España con Haití, siempre

Haití

Acción Humanitaria.

El Gobierno Español ha desembolsado hasta la fecha más de 169 millones de euros en emergencia y reconstrucción en Haití.

El 12 de enero de 2010, el sísmo de más de siete grados en la escala Richter que sacudió Haití provocó la muerte de más de 222.000 personas, hirió a más de 300.000, dejó huérfanos a miles de niñas y niños, y a más de 1,3 millones de personas sin hogar. La magnitud de la tragedia sumió a Haití en una catástrofe humanitaria sin precedentes.

Antes del sísmo, Haití ya era uno de los países prioritarios para las acciones del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación y de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. España lleva muchos años trabajando codo con codo con los haitianos en la lucha contra la pobreza y la desigualdad. Ya en 2009, el Gobierno español, tercer donante bilateral en Haití y primero de la UE, anunció la condonación de la deuda al país.

El terremoto sorprendió a la Cooperación Española inmersa en proyectos de agua y saneamiento, educación, salud, alimentación, vivienda, medio ambiente, gobernabilidad democrática y otros programas para el desarrollo. Desde entonces, ha reforzado sus iniciativas, atendiendo a la primera emergencia, reforzando y adaptando sus proyectos de desarrollo al nuevo contexto, y respondiendo también a la última crisis sanitaria originada por el cólera y que ha venido a empeorar las precarias condiciones de vida de los habitantes de Haití.

Para hacer frente al desastre, Haití contó con la solidaridad de la comunidad internacional. En este proceso, España sigue desempeñando un papel importante. El 13 de enero, la Oficina de Acción Humanitaria de la AECID puso en marcha su Dispositivo de Emergencia para organizar y coordinar el envío inmediato de ayuda y las tareas de rescate y asistencia sanitaria. El personal en Haití y República Dominicana fue apoyado por equipos de la sede central y diferentes Oficinas Técnicas de Cooperación. La AECID movilizó además recursos inmediatos para potabilizar agua y organizar puntos de distribución para un millón de supervivientes, y facilitar el trabajo de las ONG de Desarrollo en la zona. Ahora, es vital asegurar la reconstrucción incluyendo elementos de prevención y reducción de riesgos. Así, la AECID está trabajando con la Cruz Roja para implantar viviendas “semilla”, fáciles de construir con materiales locales. La reconstrucción incluirá obras en infraestructura de servicios básicos para mejorar la habitabilidad y posibilitar un desarrollo sostenible a largo plazo.

En la fase de emergencia, la coordinación fue clave. España, desde la Presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea, apoyó activamente desde el primer momento los esfuerzos de coordinación de la ayuda europea e internacional y el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación fortaleció su presencia en el terreno. El trabajo conjunto con las diferentes agencias de Naciones Unidas, bajo la coordinación de OCHA (Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de NNUU), hizo posible un rápido mapeo de la zona afectada y el estudio de las necesidades más urgentes y de los movimientos de población para la extensión de puntos de asistencia y abastecimiento.

En la Conferencia Internacional de Donantes “Para el nuevo futuro de Haití” que tuvo lugar en Nueva York, la comunidad internacional alcanzó el compromiso de aportar a la reconstrucción 9.000 millones de dólares para el periodo 2010-2013. De esta cantidad, España contribuirá con 346 millones. El proceso está siendo dirigido por el Comité Interino de Reconstrucción que co-presiden el Primer Ministro de Haití, Jean Max Bellerive, y Bill Clinton, Enviado Especial del Secretario General de Naciones Unidas para Haití. España tiene voz y voto en este Comité con la prioridad de garantizar la transparencia, la coordinación y la efectividad en el uso de los fondos.

Desde entonces, además de en Proyectos de Emergencia y Reconstrucción, para los que España ha desembolsado más de 169 millones de euros hasta la fecha (ver tabla anexa) y en la atención al brote de cólera, la AECID, a través de su Oficina Técnica de Cooperación en el país, ha seguido trabajando en sus proyectos de desarrollo para erradicar la pobreza y el hambre, llevar agua y saneamiento a los haitianos, educar para el futuro, preservar el patrimonio cultural, fortalecer la democracia y la gobernabilidad, y, en definitiva, construir un Haití mejor.

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