Transnacional(es)

Antigua. Guatemala. Septiembre 2011.
Exposición Transnacional(es)
Foto>30 2011
espacioce! Centro de Formación de la Cooperación Española
http://www.aecid-cf.org.gt

TRANSNACIONAL(ES)
Transnacional(es), producción propia del CFCE, enmarcada en el Festival Foto 30 de Guatemala, reúne los trabajos de fotógrafos Andrea Aragón, Bruno Arbesú, Sergi Cámara, Cia de Foto, Beto Gutiérrez, Héctor Mediavilla, Alfonso Moral, Dulce Pinzón, Christian Rodríguez, Ruido Photo, Rómulo Sans y Gihan Tubbeh, con Claudi Carreras como curador.

Su objetivo es fomentar los efectos positivos recíprocos entre migración y desarrollo, a través del codesarrollo, el empoderamiento de las diásporas, y el apoyo a la elaboración y puesta en práctica de políticas públicas de migración adecuadas y coherentes en los países de origen, tránsito y destino, protegiendo los derechos de las personas migrantes en todas las fases del proceso.

Con este proyecto, el Centro de Formación de la Cooperación Española continúa su esfuerzo por impulsar y promocionar políticas públicas migratorias que informen y contribuyan a la gestión de los flujos migratorios y que tengan un carácter integral. Este enfoque se enmarca, además, en la necesidad de incorporar plenamente una perspectiva de respeto a los derechos humanos y concepto de ciudadanía global en lo referente a la migración.

Posiblemente la primera imagen a la que nos remite el concepto “transnacional” sea la de grandes empresas, movimientos macroeconómicos y relaciones comerciales entre países. En esta exposición presentamos una realidad en la que los transnacionales son las personas y no las empresas. Queremos repensar el término y reflexionar sobre las distintas implicaciones que hoy tiene la globalización y las múltiples caras y realidades de la migración contemporánea, en una edición de propuestas visuales que reflejan la complejidad y diversidad de este fenómeno.

En Transnacional(es) presentamos diferentes aristas de este rompecabezas que es el del ser globalizado. Hemos tratado de alejarnos de los estereotipos que pesan sobre el fenómeno y aportar así un poquito más de luz al esfuerzo de miles de personas por salir hacia delante. Estén donde estén. Vengan de donde vengan. Transiten por la nación que transiten.

Claudi Carreras
Curador


 

SECCIONES DE LA EXPOSICIÓN Y SUS OBRAS

 

Dulce Pinzón (México): La verdadera historia de los superhéroes

Sobre el autor
Dulce Pinzón nació en la Ciudad de México en 1974. Estudió Ciencias de la Comunicación en La Universidad de Las Américas, en Puebla, y Fotografía en La Universidad de Indiana, Pennsylvania. En 1995 se mudó a Nueva York, donde estudió en el International Center of Photography. Su trabajo ha sido exhibido, publicado y coleccionado internacionalmente.

Sobre el proyecto
“La verdadera historia de Los Superhéroes”
Soy una fotógrafa trabajando en una serie documental satírica que retrata a hombres y mujeres en su trajín cotidiano en la ciudad de Nueva York; son migrantes a los cuales he pedido que vistan trajes de superhéroes con el objetivo de cuestionar nuestra definición de heroísmo a partir del 11 de Septiembre y nuestra ignorancia sobre la mano de obra que alimenta nuestra sociedad consumista. Los inmigrantes siempre han sido la nueva sangre que inyecta vitalidad a una ciudad, pero el proceso de aceptación y absorción de estos nuevos habitantes a la vida diaria de una ciudad toma tiempo. La mayoría de los migrantes desconocen la gran aportación económica que significan para Nueva York y sus países de origen. A través de esta serie quiero hacerles un homenaje por su fuerza y determinación; sin la ayuda de ningún poder supernatural logran, a pesar de las duras condiciones laborales, ayudar a sus familias y comunidades de origen para que sobrevivan y prosperen.

 

 

Cia de Foto (Brasil): Marcha

Sobre el colectivo
Este colectivo, con oficina en São Paulo (Brasil), ha estado operando desde 2003. Entre las actividades desarrolladas recientemente destaca la co-curadoría de la exposición ―Historias de mapas, piratas y tesoros, en el Instituto Itaú Cultural; las exposiciones individuales ―Entretanto”, en la Galería Vermelho, con obras de fotografía, vídeo y paisaje sonoro, ―Carnaval, en el New York Photo Festival, ―Geração 00, y ―Bom Retiro e Luz: um roteiro, 1976–2011, en el Centro de la Cultura Judía, todas en São Paulo.

Sobre el proyecto
“Marcha”
Este vídeo forma parte del proyecto ―Retiro de Cia de Foto; un trabajo generado en el barrio donde creció esta compañía: el barrio del ―Bom Retiro de São Paulo, Brasil.
El proyecto tiene una pretensión política. En la proyección podemos ver una marcha popular que parte del barrio todos los días entre las 5 y las 5:40 de la tarde en dirección a las viviendas de las personas que aparecen en el vídeo. Es una fotografía de un desplazamiento masivo que va abandonando su zona de trabajo en una jornada infinita. En esta serie la idea de ―marcha popular contradice en cierto modo a nuestra izquierda política, que tiende a usar las marchas como instrumento de revolución social. El movimiento en nuestra proyección es el de una masa proletaria que difícilmente podrá salir de su realidad. La jornada de estas personas se construye cada día casi sin salir del mismo punto. Tratando de ir un poquito más allá, en el retrato incorporamos algunas imágenes en marcha atrás: así, de una forma muy discreta, las personas retratadas también van hacia atrás.

 

 

Sergi Cámara (España): Minorías desplazadas

Sobre el autor
Sergi Cámara ha trabajado en diferentes países: Marruecos, Argelia, Malí, Níger, Nigeria, Ruanda, Albania, Yemen, Guinea Bissau, Senegal, Colombia, Venezuela, Panamá, Haití, Ecuador y Brasil. Desde 2004 ha estado trabajando en un proyecto personal, donde combina vídeo y fotografía documental, y que se centra en las migraciones de África hacia Europa. Es cofundador del colectivo Pandorafoto y colaborador de Periodismo Humano.

Sobre el proyecto
“Minorías desplazadas”
En el mundo hay casi 44 millones de desplazados internos y refugiados por las guerras y los desastres naturales. De éstos, 27.5 millones se encuentran en su país mientras que el resto ha huido a otros países. Colombia es, después de Sudán, el país con más personas desplazadas del mundo dentro de sus fronteras: cerca de 4 millones. Sólo en 2008, hasta 380.000 personas tuvieron que huir de sus hogares, un aumento de más del 24% respecto al año anterior, según datos de Amnistía Internacional. Huyen de la violencia derivada de los más de 45 años de conflicto armado interno: muchas de ellas han sido sometidas deliberadamente a acosos por parte de la guerrilla, los paramilitares y las fuerzas de seguridad. Se calcula que hay cerca de 500.000 colombianos desplazados a países vecinos, como Venezuela, Panamá y Ecuador. Un ejemplo son los cientos de indígenas de origen étnico embera que escapan cada año a Panamá. Hace más de diez años que viven en una especie de limbo, sin derecho a moverse libremente por el país. La supervivencia de esta etnia —y la de una treintena más de poblaciones indígenas de Colombia— está gravemente amenazada debido a los desplazamientos forzados, los asesinatos y amenazas.

 

 

Héctor Mediavilla (España): Penélopes mexicanas

Sobre el autor
Héctor Mediavilla es un fotógrafo documentalista que se interesa especialmente por la condición humana y su relación con el entorno. Sus imágenes han sido publicadas en medios internacionales como Colors, Geo, New York Times, Time, Newsweek, Business Week, XXI, Photo, Esquire, y muchos otros. Desde 2003 es miembro de la Agencia Cooperativa Picturetank de París. En 2007, junto a otros tres fotógrafos documentales independientes, creó el colectivo Pandora. Está licenciado en Económicas por Esade, Barcelona.

Sobre el proyecto
“Penélopes mexicanas”
Mujeres mexicanas de distinta edad y condición, cuyos maridos emigraron a Estados Unidos, son esta vez las protagonistas: ellas nos hablan de su abandono, sus vivencias, su lucha por salir adelante como madres solas en una sociedad en la que los derechos de la mujer van todavía detrás de los del hombre.Con este trabajo pretendemos mostrar una cara poco estudiada del fenómeno migratorio: la de quien espera al que emigró. El mito griego de Penélope (que esperó a su esposo Ulíses durante 20 años, tras la guerra de Troya y sus aventuras en el mar) representa la tradición patriarcal de la mujer sumisa y obediente que, a lo largo de la historia, ha sido retomado como imagen de la fidelidad en diversas vertientes del Arte y la Literatura. La situación imposible de la espera se sublima y poetiza en este antiguo mito donde el amor y la fidelidad son capaces de vencer dos décadas de separación.

 

 

Beto Gutiérrez (Venezuela): Skateland

Sobre el autor
Entre 1997 y 2004 realizó estudios de Letras y Artes en la Universidad Central de Venezuela. Desde 1998 ha realizado diversos cursos y talleres de fotografía, crítica cultural y performance. Ha trabajado como docente de Fotografía en la escuela Imagomundi y en la Casa de la Cultura de Chacao, y es miembro de la Organización Nelson Garrido (ONG), Caracas. También se ha desempeñado como colaborador para diversas publicaciones, periódicos y revistas como El Universal, Extracámara, Púrpura, Dmente, Puntal, Urbe, Zero y Complot, en la ciudad de Caracas. Actualmente vive y trabaja en Buenos Aires.

Sobre el proyecto
“Skateland”
El fotógrafo ha investigado, a partir del retrato, los géneros sexuales en construcción, la competencia como ritual de paso en el adolescente, el vacío o angustia cultural que éstos sufren —en su mayoría inconscientemente—, al carecer de dispositivos culturales que les permitan una iniciación efectiva en la vida adulta o un asertivo tránsito por su juventud temprana. La experiencia de los skaters es violenta, competitiva, identitaria y comporta peligros físicos, heridas y récord de accidentes. Todas estas imágenes se han realizado en la plaza del MACBA de Barcelona, un punto de encuentro para skaters de todas las nacionalidades que convergen en la ciudad condal.

 

 

Christian Rodríguez (Uruguay): Casa de Campo

Sobre el autor
Uruguay, 1980. Fotógrafo freelance con base en Madrid (España). Entre 2004 y 2005 trabajó como camarógrafo en VTV (Uruguay). De 2006 a 2008 integró el equipo del diario El Observador (Uruguay). Durante ese mismo periodo realizó campañas de moda y publicidad. Ha colaborado con las agencias de noticias France Presse, AP, EFE y Reuters. A finales de 2007 ingresa a la agencia y stock Win-initiative (Estados Unidos). Su trabajo ha evolucionado al ámbito de la fotografía de autor, centrando su mirada en la vida de mujeres, buscando historias muy cercanas y cotidianas en sus personajes. Actualmente lleva a cabo dos proyectos de largo recorrido: Mujeres Migrantes y El Circo de Vietnam.

Sobre el proyecto
“Casa de Campo”
A sólo 10 minutos del centro de Madrid, se encuentra el parque público más grande de todo el municipio madrileño. Antiguo coto de caza de la corona española, hoy en día es una espacio público que todos los ciudadanos tienen la posibilidad de visitar. Hace aproximadamente seis años un grupo de inmigrantes ecuatorianos comenzó a reunirse cada fin de semana entorno a las inmediaciones de Lago.
Siendo ésta una búsqueda por compartir con otros nacionales la melancolía y el desarraigo de la tierra añorada. Poco a poco se han ido sumando otras nacionalidades de latinoamericanos, buscando un espacio de relax y ocio. Música, comida y bailes típicos folclóricos se mezclan entre la vegetación que a lo largo del año va cambiando el paisaje. Algunas semanas el grupo de inmigrantes recibe la visita de la policía, que los obliga a retirarse del parque debido a la prohibición de vender alimentos en la calle y realizar ―botellón‖ (beber alcohol en espacios públicos). Otras, la policía nacional va en busca de inmigrantes sin papeles, o a por aquellos que venden CD de música, siendo decomisada toda su mercadería. El acoso que han recibido por parte de la policía los ha desplazado y expulsado de Lago, en la Casa de Campo.
Gihan Tubbeh (Perú)

Sobre la autora
Estudió tres años de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Lima antes de estudiar la carrera profesional de fotografía en el Centro de la Imagen. Su obra ha sido publicada en diversas revistas tanto locales como extranjeras. Actualmente forma parte del colectivo fotográfico Versus Photo.

Sobre el proyecto
Mi padre, Issa, nació en Amán, Jordania, pero desde su infancia vivió en Jericó (la ciudad más antigua del mundo hoy existente y la más baja con respecto al nivel del mar) junto a sus dos hermanos y mis abuelos. Teniendo 13 años, presenció la guerra del 67, más conocida como la Guerra de los Seis Días, donde toda Palestina se desmembró y quedó con cierta autonomía, pero bajo el dominio judío.

En 1971, mi padre ya tenía diecisiete años y su familia decide venir a Perú a buscar esperanza y una condición superior para vivir. En ese entonces, en Lima ya había algunos palestinos, uno de ellos, mi tío Mafuz, hermano de mi abuelo. En el mismo año le detectan cáncer a mi abuela Yamileh, y ella decide partir con mi abuelo a Palestina a visitar a su familia en 1972. Mi padre, decide acompañarlos; sus hermanos, Mazen y Yiries se quedan en Lima.

Mi padre no dejó a mi abuela ni un solo día; estuvo a su lado en todo momento, al igual que mi abuelo. La quimioterapia fue devastadora, la tristeza se ahondaba cada día más, y el año siguiente regresan los tres a Perú a ver al resto de sus hijos. A los veinte días de recién llegados, en diciembre de 1973, mi abuela muere. Mi abuelo Michel intuía que no podía seguir viviendo sin ella, ―quería encontrársela en el cielo. La depresión quizá fue la causa de un infarto al corazón y muere en mayo de 1975.

Mi abuela Yamileh le hizo prometer a mi padre que nunca se separaría de sus hermanos, y fue así. Pasaron los años, Yiries se casó con Elena, mi padre con Lyliana, y Mazen con Lizi. Ambos, Yiries y Mazen regresaron a Palestina unas cuantas veces con sus esposas. Por el contrario, mi padre nunca quiso regresar. ―¿Por qué no he vuelto? ¿Por qué me cuesta tanto regresar?‖ Mi padre nunca habla de su pasado, lo poco que sé es por la boca de mis tíos. Mi padre recién acepta que tenía un trauma; malos recuerdos de su madre enferma que moría día tras día.

37 años fueron los que le tomó a mi padre tomar la decisión de regresar a Jericó con insistencia mía y de mi madre, ya que viajábamos los tres a Europa. Mi madre y yo estábamos muy entusiasmadas, por fin conoceríamos la tierra de mi padre. Cuando llegamos a Jericó, mi papá no dejaba de mirar todo por la ventana del auto, parecía un niño. Observaba atentamente las calles, como si quisiera recordar con exactitud cada uno de sus pasos hasta el colegio, las casas de sus amigos, hasta que llegamos a la casa de Mitre y Mai que nos esperaban amorosos con una mesa repleta de platos de comida árabe y mi padre deleitándose, saboreando uno a uno. Yo me preguntaba si los sabores sabrían para él igual que antes, o tal vez no se detenía tanto en el sabor sino en recordar cuando su madre cocinaba para ellos, cuando compartían la mesa juntos, y su vida era tan normal, cuando aún la guerra no se veía venir, y las restricciones de su entorno no afectaban, porque la atención de su familia y el Amor era lo que respiraban. Cuando se vive así, no hay pobreza, no hay escasez; el dolor puede tocar tu puerta, pero pronto se va.

Recorrer las calles lo llenó de tristeza al darse cuenta de que Jericó nunca progresó, y al contrario, encontró una ciudad deteriorada. Fue una regresión a su niñez; las limitaciones de un pueblo con rejas invisibles, el nido ausente y el inmenso amor por querer pertenecer y no figurar; la triste realidad de los palestinos: estar donde naciste y no tener ningún derecho, ser extranjero en tu propia tierra, y mostrar a tu familia un lugar que significó todo, pero dejó de ser.

Un día salimos en el auto del tío Mitre y condujimos por aquellas calles que en algún tiempo fueron su patio de juego, su camino al colegio, su mercadito o su centro comercial. Mi padre buscaba una plaza redonda y pasamos varias veces por el mismo lugar. Finalmente se dio cuenta de que aquella plaza circular era una pequeña redondela, que fue muy grande mientras aún él era pequeño. Ésas son las cosas grandes que en nuestro pequeño corazón de niños existen hasta que un día te encuentras con la realidad; que creciste y que lo que tienes que vivir ya no es lo mismo.

Pronto vino la guerra, el gran conflicto. ¿De quién es la tierra? Es mía, ¿Por qué me la quitan? ¿Por qué tuvimos que partir en busca de algo que no conocíamos? Y de pronto se acaba lo que un día para ti fue risa, fue dulce, fue revolcarse en la tierra donde naciste, jugar con tus amigos del barrio, tus primos, tu familia… ¿Dónde quedó todo lo bello que significó vivir en Jericó?

Fueron días de muchas emociones, alegrías, lágrimas por recuerdos vividos, pero muy ricos en contenido. La gente árabe es muy linda, te llena de amor, sus labios pronuncian bendición tan pronto te ven llegar, y la hospitalidad que te ofrecen compensa la dura realidad. Y aun el que no tiene nada ni te conoce tiene una actitud desprendida; en los mercados, las tiendas, en la misma ciudad Santa, te invitan a comer, a beber, algunas personas ni nos querían cobrar; tan sólo por escuchar hablar en árabe a mi padre dejaban de ser negociantes y sólo querían hacer que se sintiera bien.

El último día fuimos a buscar la casa donde vivió mi padre y su familia. Él no quería que tocáramos la puerta, se escuchaba a una familia en la terraza. Mi padre aún estaba asustado de ingresar por miedo a qué sentiría, pero no le hicimos caso y tocamos la puerta y nos recibió el nuevo propietario que gentilmente nos hizo pasar cuando le contamos que allí había vivido mi padre en su infancia. Mi padre entró, lentamente, cauteloso, mirándolo todo…

―Vi a mi madre en la terraza, a mi padre en el huerto, vi mi cuarto, vi el piso que llenábamos de agua para echarnos y enfriarnos por el calor sofocante… Me vi…y los vi…‖. Fue en ese instante cuando vi llorar a mi padre por primera vez, a mis 27 años. Un llanto ahogado, profundo, con sollozos y gemidos… Solté la cámara, lo abracé, mi madre se acercó y lloramos los tres juntos.
Misión cumplida.

 

 

Andrea Aragón (Guatemala): Las súper rubias

Sobre la autora
Ciudad de Guatemala, 1970. Estudió Comunicación y Diseño Gráfico en la Universidad Rafael Landívar (Guatemala) y Fotografía, Santa Fe Workshops, NM (Estados Unidos) y en Provence, Francia. Cuenta con seis exposiciones personales. Entre las muestras colectivas más importantes cabe destacar: ―Arquitectura de Remesas‖, Centro de Formación de la Cooperación Española, Guatemala, 2010; ―Paisaje, Habitación, Persona‖, en el Centro Cultural de España Nicaragua (itinerancia de un año). Ha obtenido los premios: Visionado PhotoEspaña Transatlántica, en 2009; Save The Children Premio Anual Iberoamericano, en 2003, 2004 y 2005; Premio Anual de la Red de Mujeres Periodistas 2001; Jóvenes Creadores Bancafé 2001, así como una beca para participar en Santa Fe Workshops en 2001.

Sobre el proyecto
“Súper Rubias”
Crecí en un ambiente donde llamar a alguien ―indio‖ era un insulto. Todas mis muñecas siempre fueron rubias. Así crecimos con un modelo de belleza dominante que al crecer muchas tratan de alcanzar. Mis amigas de escuela son ahora rubias, porque pueden pagar para verse como quieren ser. Un simple tinte de pelo puede subirte un peldaño en la clase social de Guatemala. Este proyecto retrata las relaciones de poder construidas en Guatemala. El proyecto ―Súper Rubias muestra la proliferación de las rubias en Guatemala, los roles que desempeñan las mujeres según su clase, y cómo en mi país es evidente quiénes son los que sirven y quiénes los que son servidos.

 

 

Alfonso Moral (España): Liberados, los rostros de Guantánamo

Sobre el autor
Valladolid, 1977. Su trabajo se ha publicado en revistas como Newsweek, The Sunday Times, Le Monde 2, Amnesty Inter, Foto8, El País o La Vanguardia, entre otros. Ha sido finalista del Carmignac Gestion Photojournalism Award 2010 y del Magnum Expression Award 2009 y 2010. Ha ganado un premio Picture of the Year 2008 con su serie ―Refugiados palestinos en Líbano‖ y el tercer premio del Fotopres’09 por el trabajo ―Líbano entre mar y fuego‖.

Sobre el proyecto
“Liberados, los rostros de Guantánamo”
La prisión americana en la Bahía de Guantánamo alberga a día de hoy unas 180 personas acusadas de cometer actos de terrorismo. Desde enero de 2002 más de mil detenidos han pasado por el centro de detención en la isla de Cuba. Casi la mitad han sido liberados sin cargos.
Los prisioneros están en una especie de limbo legal, fuera de la cobertura de la legislación americana y sin ningún tipo de derecho que los ampare como prisioneros de guerra. Alrededor de 130 afganos han sido detenidos en Guantánamo, y más de 350 en las principales bases americanas sobre suelo afgano en Bagram y Kandahar. Ahmad Nasim, uno de los entrevistados, explica cómo corren peligro al moverse fuera de sus pueblos porque los talibanes saben quiénes son y sospechan que pueden servir de agentes para las tropas extranjeras. Para ellos el peligro ya no está en Guantánamo, ahora está en casa. Son en definitiva víctimas del conflicto que asola el país desde hace más de 30 años y que no sólo golpea en el frente de guerra.

 

 

Bruno Arbesú (Francia – España): Reunonienses de la Creuse

Sobre el autor
Madrid, 1972. Después de estudiar en la École Nationale Supérieure de la Photographie de Arles (Francia), vuelve a España, donde colabora con diferentes publicaciones y desarrolla proyectos pedagógicos relacionados con la imagen en diversos institutos de educación secundaria. A finales de 2001 se instala en París. Es también miembro de la agencia cooperativa de fotógrafos Picturetank (www.picturetank.com).

sobre el proyecto
“Reunionenses de la Creuse”
A principios de los años 60, en Francia, Michel Debré, ex-primer ministro y diputado de Isla Reunión, departamento francés de ultramar en el océano Índico, está extremadamente preocupado por un crecimiento demográfico exponencial en la isla. La situación dramática de despoblación que sufren algunos departamentos en la metrópoli, especialmente la Creuse, le lleva a idear lo que más tarde algunos calificarán de deportación: desplazar a niños de La Reunión a los departamentos de la metrópoli.
Más de 1.200 niños y adolescentes de entre 6 meses y 20 años viajarán así de los trópicos a Francia entre 1963 y 1976, aunque el periodo de mayor movimiento será de 1965 a 1970. Los niños vienen de familias desfavorecidas, a quienes se promete unas extraordinarias expectativas de formación y mejora social para sus hijos; así como la posibilidad de que éstos vuelvan de visita de vez en cuando a la Reunión. Muchos de ellos no volverán a poner los pies en su isla o lo harán muchos años después.
Mis imágenes son una serie de retratos de algunos de esos niños de antaño que luchan por su memoria; así como fotografías de su entorno más próximo, el de la región de la Creuse, muy alejado de su isla.

 

 

Rómulo Sans (España – Cuba): Family Affairs/ Asuntos de familia

Sobre el autor
En su ciudad natal, Barcelona, estudió música contemporánea y jazz. A finales de los ochenta se traslada a los Estados Unidos: primero a Philadelphia, para entrar en el mundo de las artes plásticas de la mano de Isayah Zagar; luego a San Francisco, donde estudia nuevas tecnologías www en el City College y trabaja en el Mission Cultural Center, y finalmente a Nueva York, ciudad en la que, desde entonces, se ha sentido en casa y en la que incursionó por primera vez en el mundo de la moda. Ocho años después se traslada a La Habana, Cuba, país que le permite detenerlo todo y concentrarse exclusivamente en su trabajo creativo. Publica en The New York Times, Details Mag, GEO Magazine, Colors Magazine (con la que recibe la Special mention honor 2007), CNBC Business Magazine, Havana Journal, o la BBC, entre otras. Recientemente, y tras algunas exposiciones de formato espectacular en La Habana, Sans ha abandonado su encierro cubano y vive a caballo entre sus dos ciudades: NY y Barcelona.

Sobre el proyecto
“Family Affairs / Asuntos de Familia”
La moda cubana es un ―asunto de familia. En un mundo sin bookers ni agentes o agencias privadas, tras muchas modelos de renombre, eminencia gris de su éxito, hay una madre incansable y preocupada.
Llegan a los castings acompañando a sus ―nenes. Hablan con los directores, investigan qué buscan los fotógrafos o productores. Se infiltran en los camerinos, discuten con los estilistas. Aunque la ―nene tenga más de 18 años y mida 1,80 m.
En el “Cubamoda” y otras pasarelas les reservan asientos en primera fila, feudo tradicional de los fotógrafos. Si faltó alguna y logras sentarte entre ellas, las oirás presumir de las carreras de sus ―niñas, y adivinarás cuándo está pasando la de cada una por el incondicional derroche de aplausos. Ocho de las mejores modelos cubanas de este año nos invitan a conocer a sus madres en sus hogares, en la vida familiar cotidiana. Es el contraste entre dos generaciones: las espigadas ―niñitas, lo mejor del crisol de las razas cubanas, luciendo todo su glamour de pasarela, junto a sus madres en ropa de casa, sin artificios, trucos ni maquillaje.
Son mujeres comunes y corrientes, muy diferentes de las bellas y sofisticadas criaturas en las que se han convertido sus ―bebés, a quienes miran casi como sin creer que tanta exótica elegancia haya podido salir de sus vientres.

 

 

Colectivo Ruido Photo (España): Un barrio cualquiera

Sobre el colectivo
Esta organización es la culminación del trabajo de un grupo de fotógrafos, diseñadores y periodistas hartos de las miradas superficiales que los medios de comunicación convencionales practican desde sus departamentos de fotografía. Desde que en 2004 naciera, Ruido ha dejado de ser un proyecto para convertirse en una plataforma. Hoy por hoy este grupo de profesionales ha sido el punto de despegue de la revista digital 7.7 y proyectos documentales en más de 15 países de cuatro continentes. Todo esto acompañado por la escuela de fotografía y periodismo que nació integrada con la asociación, y por donde han pasado más de 1.000 alumnos. Ruido es ya un punto de referencia entre los colectivos españoles y se ubica cada vez más en el ámbito internacional, donde ya se ha ganado sus espacios, publicando en medios como New York Times, Miami Herald, CNN en Español, Revistas Proceso, Gatopardo o CIPER, periódicos como La Vanguardia, El Periódico de Catalunya o medios digitales como Periodismo Humano, Fronterad o Elfaro.net.

Sobre el proyecto
“Un barrio cualquiera”
El Congost es un barrio del extrarradio de la ciudad de Granollers (a pocos kilómetros de Barcelona, España). Durante medio siglo, la historia de este lugar está marcada por la inmigración. Primero, andaluces y extremeños, luego magrebíes, senegaleses, bolivianos y ecuatorianos.
La vida en este barrio no es fácil. El origen y el color de la piel definen bandos en unas calles marcadas por el tráfico de drogas y los enfrentamientos raciales. Pero en El Congost, como en muchos otros lugares de la Europa actual, la mezcla de orígenes también ha construido convivencia y complicidad. Hoy, este barrio muestra tal diversidad que al retratar a sus habitantes sobre un fondo neutro, es difícil saber en que país estamos.
Esta intervención fotográfica se realizó en la plaza principal de El Congost, donde sus habitantes se fotografiaban entre sí, se mostraban entre sí y se miraban entre sí. Algunos esperaban para ser retratados, otros para hacer de fotógrafos y el azar los emparejaba, negros con blancos, gitanos con árabes, jóvenes con viejos…
El proyecto fue parte de un esfuerzo para generar un espacio de autovaloración, de inclusión. Un ejercicio de reconocimiento de las diferencias étnicas, no como un problema sino como una seña de identidad. Un intento de promover el diálogo entre vecinos y facilitar su contribución a la transformación positiva del barrio.

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