Ensayo sobre la colaboración en red

Por Leonardo Germani
traducción para el español por Maynar Patricia Vorga Leite y Ana Campo

texto en portugês

 

 

Un grupo de personas se encuentra para compartir experiencias, y en seguida se dan cuenta de que tienen muchas ideas y objetivos en común. El encuentro es intenso, y todos salen de allí decididos a mantener contacto y a colaborar en sus proyectos. Todos vuelven a sus quehaceres y, algún tiempo después, la única colaboración real que consiguieron fue crear una lista de correo electrónico y compartir algunos links interesantes.

¿Usted ya vió algo así alguna vez? Yo sí. Y eso se aplica a congresos, fórums, encuentros de colectividades independientes, de empresas o de cooperativas.

¿Por qué será que uno tiene tanta dificultad para crear canales verdaderos de colaboración en nuestros proyectos con otras personas? Es más fácil organizar eventos y actividades que estén fuera de nuestro quehacer diario, que involucrar una colaboración externa en nuestro trabajo cotidiano. ¿Cómo crear una red de colaboración que realmente contribuya para el trabajo de cada uno de sus nudos?

En este ensayo quiero explorar un poco la dinámica de las redes de colaboración, aportando una observación de la práctica con redes de desenvolvimiento de Software Libre, que es la más exitosa red de colaboración abierta que existe. Y quédese tranquilo, no es necesario entender nada de software para acompañar la línea de razonamiento.

 

EL DIBUJO DE UNA RED

Normalmente, cuando dibujamos una red, hacemos así:

De lo que me di cuenta, observando algunas redes de colaboración, es que la colaboración entre nosotros nunca es uniforme y bilateral, como aparece en este dibujo. La mayoría de las veces una parte está contribuyendo con el proyecto de la otra. Lo que me parece es que en realidad existen dos tipos diferentes de conexión entre nosotros. Una conexión de “acción” ( ) que colabora con otro nudo (ayudándolo en su proyecto, haciendo un donativo, enviando informaciones, etc.), y una conexión de “recepción” ( ), que crea un canal de colaboración para que otros nudos lo ayuden. El dibujo quedaría así:

Tengo la impresión de que los nudos que ponen el mayor esfuerzo en crear una conexión de “recepción” tienen más éxito en recibir colaboraciones que actúen directamente sobre su trabajo, porque colaborar con ellos requiere un esfuerzo menor.

Como dije, vamos a empezar con el ejemplo del Software Libre.

 

HACIENDO SOFTWARE LIBRE

Al contrario de lo que mucha gente pueda pensar, hacer un software libre no significa apenas poner el software y su código fuente a disposición, libremente. Si usted sólo quiere que las personas usen su software, puede ser que eso funcione, pero si usted quiere que otras personas colaboren con su desenvolvimiento, entonces precisa mucho más que eso.

Estas son algunas de las cosas que un desarrollador de software libre tiene que hacer si quiere recibir colaboración de otros desarrolladores:

.Mantener el código bien actualizado y documentado
.Mantener un sitio para el software, con links para descargar, documentos, y un canal de soporte
.Mantener el código en un repositorio público, para que otros desarrolladores tengan acceso
.Internacionalizar el software, para que funcione en diferentes idiomas

Si no hace nada de eso, su software va a funcionar igual. Usted resolverá su problema, y hasta puede permitir que otras personas usen su solución, pero es muy difícil que alguien consiga colaborar. Y esas acciones dan bastante trabajo. Hasta se puede decir que, en algunos casos, un desarrollador puede gastar más tiempo creando todas estas estructuras de colaboración (canales de recepción) que realmente programando.

O sea, hacer un software libre da mucho más trabajo que hacer un software; ése es el punto clave.

Bueno, basta de hablar de software; volvamos a las redes de colaboración en general.

 DESCOMPLICANDO LA COLABORACIÓN

Si no existe una manera clara de colaborar con un proyecto será muy difícil que ocurra alguna colaboración, aunque existan personas interesadas en hacerlo. Cuando hay un canal claro y facilitado de colaboración, éste atraerá colaboradores.

El otro día descargué un disco que el músico mismo lo ponía a disposición en su sitio. Era un excelente disco, y me quedé con muchas ganas de retribuirle su trabajo de alguna manera. ¿Pero cómo hacerlo? No lo conozco, no sé dónde vive, no sé su dirección de correo electrónico… Claro que podría encontrar una manera de ubicarlo, pero la dificultad del camino que debería seguir me desanimó, y al fin quedó por eso mismo.

En otro caso semejante, el músico informaba en el sitio una cuenta bancaria. Como la cuenta no era de mi banco, yo no quise pagar las tasas de transferencia. Realmente quería hacerle un donativo, pero no al punto de ir a una agencia y enfrentar una fila para donar lo que costaría un CD.

En el primer ejemplo, el músico, a quien seguramente le gustaría ganar por su álbum, no abre ningún canal de colaboración. En el segundo, abre un canal muy estrecho.

De mi pereza para mandar un correo electrónico al primero, y de ir a una agencia bancaria al segundo, aprendemos una lección: a todos nos gustaría colaborar con otras personas, pero lo haremos en la medida que eso no requiera un esfuerzo desproporcional de nuestra parte.

Pero eso no quiere decir que un traductor, por ejemplo, va a colaborar solamente con traducciones fáciles y rápidas. Lo que eso quiere decir es que ele sólo va a colaborar con proyectos en los cuales llegue rápidamente y sin complicaciones a lo que sabe y le gusta hacer: traducir. Si tiene que mandar un correo electrónico, para hablar con alguien, que le va a mandar un texto en un mal formato, y no está claro lo qué ni cómo tiene que traducir, eso lo va a desanimar. Pero, si existe un proceso claro, en el cual él encuentra rápidamente lo qué y cómo traducir, para dónde enviar, etc., lo hará con placer.

Basta echar un vistazo en las redes de traducción de películas y series extranjeras, que publican sus trabajos en sitios como el “legendas.tv”. Si alguien quiere colaborar con alguna traducción, existe un proceso muy claro de cómo hacerlo.

De la misma forma, un traductor que no sea programador, consigue colaborar con la traducción de softwares libres, sin complicarse, por medio de sitios que ponen a disposición herramientas muy simples para que las personas vayan traduciendo frase a frase.

Con estos ejemplos, incluyendo el de software libre, vemos que las principales funciones de esos canales de recepción son:

Minimizar el esfuerzo necesario para que un colaborador entre en la red (dejando claros los caminos, y tornando fácilmente accesibles todas las informaciones necesarias), y

Potencializar la colaboración, dejando que el colaborador coloque el foco en lo que sabe y le gusta hacer; el programador va a gastar la mayor parte de su energía programando, el traductor traduciendo, y así sucesivamente.

 

MÁS EJEMPLOS

Hay otros ejemplos fuera de la red de computadores, y me encantaría, con la ayuda de otras personas, rellenar este artículo con casos que no dependen de la internet.

El Ejército de Salvación es un ejemplo extremo; tal vez no en la creación de redes, pero sin duda en la capacidad de crear un canal de recepción. En determinado momento, ellos se dieron cuenta de que donativos de muebles, ropas y utensilios usados, y la venta de de esos objetos en bazares de caridad era una buena fuente de renda para financiar sus trabajos.

Hacía mucho tiempo que ellos tenían ese canal de recepción, que era una forma de recibir donativos. Hasta que, en cierto punto, ellos resolvieron ampliar aún más ese canal, creando toda una estructura para atender, y para recoger de donativos. ¿Qué canal de recepción mejor que ese? Librarse de un sofá viejo puede ser un problema y costar caro, o usted puede llamarlos y ellos vienen a retirarlo en su casa. Usted colabora con ellos, pero en realidad ellos también lo están ayudando.

Claro que mantener esa estructura de atendimiento, camiones, cargadores, etc., también cuesta caro, pero seguramente el número de donativos aumentó lo suficiente como para justificar la inversión.

El foco de trabajo del Ejército de Salvación no es retirar donativos y hacer bazares. Todo eso fue un esfuerzo para crear un poderoso canal de recepción de colaboración.

 

CONCLUYENDO

Ustedes se habrán dado cuenta de que no incluí, en este ensayo, un punto fundamental para la colaboración: la motivación. Algunas personas colaboran por placer, otras por status, otras por dinero, otras por ideales… Sea cual sea la motivación, es irrelevante para este análisis, que considera que ya tenemos una red de individuos motivados pero que, así mismo, no siempre tiene éxito, por falta de canales de colaboración.

Mi objetivo aquí fue explorar esos dos tipos de conexión en una red de colaboración, y sugerir que es a partir de los canales de recepción que una red de colaboración se forma. No sirve de nada tener una red llena de gente dispuesta a colaborar si no hay canales claros de colaboración. (Claro que existirán excepciones, y que colaboraciones espontáneas ocurren. Pero aquí me refiero colaboraciones constantes y recurrentes).

Crear esos canales de recepción da trabajo. En algunos momentos hasta puede parecer improductivo desviar esfuerzos de sus problemas para construir esos canales, pero ellos son esenciales para que ocurra la colaboración. Encontrar el equilibrio entre ejecutar el trabajo diario y, al mismo tiempo, invertir energía en la infraestructura de colaboración, es el desafío a ser vencido si queremos realmente trabajar en red.

 

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