El sonido es una excusa, un camuflaje

Santiago de Chile. Noviembre 2017.
El sonido es una excusa, un camuflaje
Entrevista a Carsten Stabenow (Alemania)
XI Festival de Arte Sonoro Tsonami (Fondart 2017)
www.tsonami.cl

 

 

Carsten Stabenow (Alemania): “El sonido es una excusa, un camuflaje”

● El destacado curador alemán será parte del Festival de Arte Sonoro Tsonami con el proyecto de residencia Acts of Listening.

● XI Festival de Arte Sonoro Tsonami se realizará del 4 al 21 de diciembre de 2017 en Valparaíso, del 12 al 15 de diciembre en Concepción, y del 6 al 30 de diciembre en Santiago.

Acts of Listening es un proyecto de cooperación bilateral entre Festival Tsonami (Chile) y Tuned City (Alemania) que reúne a artistas alemanes y chilenos para investigar el espacio urbano y sus dinámicas, y de esta forma realizar residencias de producción sonora en Valparaíso, Chile, en el año 2017, y Ancient Messania, Grecia, el 2018.

En este contexto, los artistas deberán definir locaciones para producir acciones, instalaciones o intervenciones de sitio específico. Los artistas que formarán parte del proyecto en Festival Tsonami son Nicolás Spencer, Cristián Espinoza, Bárbara González, Florian Tuercke, Rene Rissland y Franziska Windisch, mientras que los curadores son Fernando Godoy y Carsten Stabenow.

Acts of Listening es un trabajo de aproximación e intervención sonora en la ciudad, espacio que Stabenow considera como “el espacio público. La ciudad es la arquitectura y el tejido social que en ello se encuentra. Es el tráfico. Para mí la ciudad es como un gran constructo y hoy es parte de un gran espacio público, una extensión. Ese espacio es local, pero también internacional y flota en todas partes. Muchos de mis proyectos juegan entre ese límite de espacio real y neutral. Así que esto es algo que el contexto globalizado nos ha otorgado. Aporta a muchas de las herramientas que usamos para lidiar con el sonido de una ciudad, al mapearla, ver los protocolos de streaming y al grabar o usar técnicas de documentación, de mapeo, que básicamente sacan a relucir las capas en el espacio de una ciudad globalizada”, explica.

-Es tu segunda vez en Tsonami, ¿qué esperas de Valparaíso en esta nueva edición al trabajar con Acts of Listening?
-Lo único que espero es sorprenderme. Cuando hago proyectos intento hacer cosas que nunca he hecho antes, sea un taller o proyecto, rescato algo que no pueda prever antes de finalizar y entregar. A veces es difícil y te sientes completamente inseguro, y no sabes en qué terminará. Y otras, debes prepararte para algo en específico, para entregar algo más cierto. Pero siempre que es posible intento ir lo más abierto a desarrollar algo de la situación con la que me confronte. Intentamos aplicar eso en este caso también. Conozco Valparaíso, he trabajado ahí, pero parte de los artistas europeos que están involucrados nunca lo han visitado. Y seguramente tendrán un momento como turistas y se sobrecogerán con la estructura de la ciudad. Descubrirán, pero también se sorprenderán y serán desafiados. Les digo a los artistas que traigan sus cajas de herramientas, en un sentido literal, así que todos puedan tener sus cosas técnicas o ideas, y que las estén usando mientras se enfrentan a este nuevo escenario.

-¿Cómo es el proceso de preparación de un proyecto? En este caso, para trabajos como el que estarás desarrollando en Tsonami y que luego conectará a Messania con Valparaíso.
-Usualmente cuando hago proyectos voy al lugar, uno que no conozco para nada. Y por supuesto debo explorar la ciudad y descubrir cómo se compone su tejido especial. Hago eso caminando muchas horas por la ciudad, entendiendo sus dinámicas. Así que puedo usar muchas herramientas, pero básicamente es un proceso de análisis del lugar que puedes hacer muy aleatoriamente, como visitante, como observador, que da vueltas y mira. Pero también puedes hacerlo de manera sistemática con un mapa, grabaciones, dibujos, fotografías o documentación. Es una combinación personal de estas cosas para prepararse a cada proyecto en particular. Tenemos todo un catálogo de herramientas para hacer algo, si bien subjetivo, también cuantitativo y cualitativo en cuanto a análisis. Digamos que puedes mapear ciertos aspectos de la ciudad, como la comunicación social, la interacción, la atmósfera, y ver patrones. Puedes monitorear la infraestructura, el tráfico, el transporte, los cambios, el aire acondicionado, las luces eléctricas y comunicaciones.

Todas estas cosas se pueden medir cuantitativamente, analizar la estructura, los suelos, espacios e industria. Puedes mapear en medio ambiente, el agua, la topografía -que es bastante particular en Valparaíso- y tomar otras condiciones como el aire, fuego, sonido y todo lo que está debajo. Así puedes tener toda una variedad de ángulos diferentes, e incluso puedes ir bajo tierra en espectros y tener alcance auditivo de la actividad humana a una baja frecuencia. Puedes ir a campos magnéticos, wi-fi, y señales de celular. Estos son todos hechos o datos que no son visibles, pero están deambulando. Hay un amplio catálogo de cosas. Puedes revisar y recoger muchos datos del especial ambiente acústico de cada ciudad. Así que el primer paso es analizar.

-Y luego de ese análisis, ¿cuál es el segundo paso?
-El primer paso es el análisis, y el segundo es la activación. Cuando queremos revisar los proyectos auditivos quizás se puede hacer algo grande y colaborativo, quizás debe ser algo con roles o individual, que pueda interconectar a los artistas en una coreografía. Un artista dijo que “quizás deberíamos hacer una gran ópera juntos” en la ciudad. Esta activación puede dividirse en muchas maneras diferentes, sobre cómo “activar” el lugar. Puedes mapearlo, sobreponer nuevos medios sobre los que ya hay, reescribir el lugar. Puedes poner otras capas [sonoras] sobre las que ya existen, hacer libros de guía, mapas, caminatas guiadas, tours, intervenciones, puede ser una instalación performativa, hacer cosas a largo plazo, algunas basadas en participación.

Y también puede ser una creación en los lugares, como abrir zonas temporales o permanentes. Pero también puede ser simplemente que el proyecto cambie la percepción de la ciudad que tiene la gente. De cierta manera que puedas crear situaciones en las que las personas, de la nada, perciban todo de una nueva perspectiva, un nuevo entorno. En muchos aspectos esto puede ser muy abstracto. La lista es interminable, pero cuando estás en el lugar, algunas cosas van ganando y otras perdiendo sentido o relevancia en tu proyecto. Esta idea de la caja de herramientas que estamos creando se debe aplicar en acción.

-Sobre la extensión de este proyecto en Grecia ¿cuál es la particularidad de Messania y cómo se contrapone a Valparaíso?
-El trabajo importante, lo extraordinario, es que en Valparaíso la situación es fundamentalmente diferente a la que tendremos el próximo año en Grecia, porque allá ya no hay más una ciudad real. Estaremos trabajando en un lugar muy antiguo, que ya no es una ciudad, no está en funcionamiento, sólo son ruinas. Era una importante metrópolis griega, para muchos planificadores y arquitectos es un modelo, una clave de cómo las ciudades deberían ser. Así que puede ser llamada “una ciudad ideal”, pero ya no hay gente habitándola. En Valparaíso es mucho más fácil desarrollar algo, un trabajo con audiencia que reacciona, lo que es muy importante para grabarlos durante el proceso. Eso no lo tendremos en Grecia. Tendremos que ir con una cierta metodología desarrollada, y ver qué métodos aún pueden aplicarse en aquel lugar muerto, para resucitarlo. Así que es un salto interesante en el proyecto, tener que lograr estrategias e ideas que se alteren según la locación.

-Mencionas la reacción de la audiencia frente a una intervención o trabajo sonoro en la ciudad ¿qué es lo que más te gusta del público? ¿Cómo se da la interacción?
-La retroalimentación directa desde la audiencia, una que no está familiarizada, es importante para mí. En nuestro contexto de Festival de Arte Sonoro, en otros ya todos están familiarizados con el tema y dan críticas, lo que es bueno porque conocen el tema. Pero también no miran desde otro ángulo, tienen una idea creada de cómo son las cosas. Sucede en todo grupo, en toda comunidad, en el mundo. Los amantes del ajedrez irán a ver ajedrez; los del fútbol, a un partido. Es hermético, y para mí no hay nada más aburrido que eso. La gente ya parece saberlo todo. Para mí es más desafiante ir a una audiencia que probablemente nunca ha estado en contacto con el arte sonoro antes. Y debo preocuparme de explicarle a la gente lo que harás. Luego te preguntas cómo lo explicas, ya que puede no serles relevante, ¿cómo lo hago relevante para ellos? Es un desafío, debo trabajar más, no es fácil. Es más demandante en mi escena, pero también vale la pena. Y sucede seguido.

-¿Esa experiencia la viviste en Valparaíso?
-Sí, cuando estuve la primera vez ahí haciendo un taller. Estábamos en las calles y la gente se acerca a preguntar qué estás haciendo. Si estás con una cámara nadie te pregunta, todos saben lo que haces y quizás eres un turista, o documentalista o periodista. Pero si tienes un micrófono y audífonos y una grabadora, o pones un micrófono en lugares extraños y éste parece un gato muerto, eso será curioso. La gente es menos tímida, usualmente no quieren ser fotografiados, se alejan; pero no son tímidos con el micrófono, y podrías tenerlo encendido y estar grabando y nadie se entera. No es muy justo, pero es así: puedes tener un micrófono en el espacio público sin que la gente se entere. A mí me sucede que a veces la gente se acerca y pregunta qué estoy haciendo. Y ahí el sonido es una excusa, un camuflaje. Para mí es genial conocer a la gente. Me preguntan y les explico, pueden ponerse los audífonos y escuchar algo completamente diferente a través de mi micrófono y mi grabación. Y de repente estoy en una conversación con ellos. Es como la “puerta trasera” hacia el espacio público, una vía hacia la gente.

Acts of Listening es un proceso de residencia que se presentará el domingo 10 de diciembre en Valparaíso y está financiada por los fondos de coproducción internacional de Goethe Institut. Los horarios y lugares serán comunicados a través de las redes sociales de Tsonami.

El desarrollo del proyecto se irá documentando en acts-of-listening.tunedcity.net.

XI Festival de Arte Sonoro Tsonami (Fondart 2017) se realizará del 4 al 21 de diciembre en Valparaíso, del 12 al 15 de diciembre en Concepción, y del 6 al 30 de diciembre en Santiago. La programación completa está disponible en www.tsonami.cl.

 

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