Agnès Varda. Fotografiar, filmar, reciclar

Barcelona, España. Del 18 de julio al 8 de diciembre de 2024.
Agnès Varda. Fotografiar, filmar, reciclar
CCCB Centre de Cultura Contemporània de Barcelona
Ajuntament de Barcelona
Montalegre, 5 – 08001
+34 93 306 41 00
info@cccb.org
https://www.cccb.org
instagram

 

 

Agnès Varda. Fotografiar, filmar, reciclar

Agnès Varda fue fotógrafa, artista, cineasta y pionera de la Nouvelle Vague. La exposición recorre la vida, la obra y las fascinantes historias de una creadora libre, moderna y comprometida con su entorno político y social.

Agnès Varda (Bruselas, 1928 – París, 2019) fue una de las pocas mujeres directoras de su generación. Precursora dentro del movimiento cinematográfico de la Nouvelle Vague, Varda rompió normas y clichés y siempre quiso renovarse. Filmó más de cuarenta películas, entre largometrajes y cortometrajes y entre la ficción y el documental, y trabajó tanto en el cine analógico como en el digital.

La muestra celebra la trayectoria y el talento de una artista original y atrevida, que experimentó y jugó con los múltiples soportes y lenguajes del arte. Antes de ser cineasta, Varda fue fotógrafa y retratista y, de mayor, creó instalaciones artísticas para museos. En la exposición se reúnen por primera vez en Cataluña cuatro de las instalaciones de Varda, aparte de una selección de cortometrajes imprescindibles de su filmografía, que se pueden visionar en salas de proyección en el espacio expositivo.

La exposición también nos descubre la fascinante vida de Agnès Varda, marcada por su carrera de fondo para hacer cine con pocos recursos y reconocimiento y por los viajes, hijos, amistades y relaciones diversas que mantuvo. Varda fue protagonista de la efervescencia social y política de su tiempo: el feminismo, el movimiento hippie o la lucha de los Black Panthers. Y se relacionó tanto con artistas y actores famosos como con personas anónimas y marginales, que quiso representar y dignificar en sus películas.

«Agnès Varda. Fotografiar, filmar, reciclar» refleja el espíritu abierto y viajero de Varda a través de objetos personales, carteles, obras de arte o de los retratos y reportajes de fotos que realizó, algunos de ellos desconocidos o inéditos, como la serie fotográfica de su viaje a Cataluña en 1955.

Para reivindicar la curiosidad y el carácter lúdico y juguetón de Agnès Vardà, abrimos el «Laboratorio Varda», un espacio para adentrarse en el imaginario de la autora o descubrir su fascinación por los gatos, espejos y playas.

Coincidiendo con la exposición, La Filmoteca de Catalunya programa un ciclo en el que se podrán ver las películas esenciales de Varda, como La Pointe Courte (1954), Cléo de 5 à 7 (Cleo de cinco a siete, 1962), Sans toit ni loi (Sin techo ni ley, 1985), Les Glaneurs et la Glaneuse (Los espigadores y la espigadora, 2000) o Visages Villages (Caras y lugares,2017), entre otros títulos.

La exposición «Agnès Varda. Fotografiar, filmar, reciclar» es una adaptación ampliada de la muestra «Viva Varda !», concebida y producida por la Cinémathèque française de París en colaboración con Ciné-Tamaris y la amable contribución de Rosalie Varda y Mathieu Demy.

Directora artística: Rosalie Varda
Asesora de la exposición en el CCCB: Imma Merino

Comisariado: Florence Tissot

Esta actividad forma parte de Verano CCCB

 

«Despertar el deseo de ver.»

Este fue el motor de la obra de Agnés Varda, una de las figuras más importantes de la historia del cine. Sus inicios en el mundo de la fotografía y su incursión en el arte contemporáneo fueron fruto de su enorme curiosidad y de una mirada multidisciplinar que la llevaron a experimentar, a lo largo de su dilatada trayectoria, con todos los géneros, y a difuminar las fronteras entre cine documental y cine de ficción. A pesar de que no siempre se le reconoció, Agnés Varda fue la precursora de la Nouvelle Vague, además de la única mujer que integró ese movimiento.

El feminismo alegre y combativo, tal como ella lo denomina, fue uno de los hilos conductores de su obra, junto a la ecología y el interés por la marginalidad. Testimonio activo de la efervescencia política de los años sesenta y setenta, Agnes Varda documentó los profundos cambios sociales de su época en Francia y en Europa, y las experiencias revolucionarias de China y Cuba, a través de sus viajes, así como el estallido contracultural que se produjo en los Estados Unidos.

Pero Varda es mucho más que un testimonio único y valioso de su tiempo. Varda es, sobre todo, una mirada, un interés genuino por la vida cotidiana de la gente anónima, una forma de empatía que, alejada de la solemnidad y la condescendencia, busca establecer un diálogo sincero con el otro. Su fórmula es aparentemente sencilla: amar a quien se filma y dejarse sorprender por el azar.

Con humildad y sentido del humor, la suya es una celebración alegre de las vidas ordinarias, con la voluntad de visibilizar los márgenes, de intuir el corazón entre los residuos de la sociedad de la opulencia. Varda no pretende adoctrinar, sino despertar el deseo de ver.

El placer del descubrimiento también la llevó a ser una de las pioneras de la experimentación tecnológica, en el curso de una revolución estética que la impulsó a integrar los nuevos lenguajes digitales. La inspiración que proporciona el azar y la creación de un lenguaje propio son elementos que definen el cine de Agnés Varda, como también lo hacen su vocación pública y la voluntad de compartir y transmitir un arte que, efectivamente, ha creado escuela y ha plantado una semilla fértil en numerosos artistas y cineastas contemporáneos.

El CCCB ha hecho suyos, a través de esta exposición, aquellos elementos motores de la obra de Agnés Varda: inspirar, crear y compartir. Esta muestra tiene su origen en la retrospectiva que le ha dedicado recientemente la Cinémathéque frangaise, en colaboración con la productora Ciné-Tamaris.

La adaptación del proyecto original ha contado con el asesoramiento de la crítica cinematográfica Imma Merino, un referente indiscutible en la difusión de la obra de Varda en Cataluña.

Judit Carrera
Directora del CCCB

 

Foto del rodatge de La Pointe Courte

Agnes Varda Oncle Yanco

 

Manifestacio Black Panthers

 

Agnes Varda en Los espigadores y la espigadora

 

Agnes Varda al film Agnes par Varda Parlons Cinema

 

Agnes Varda al rodatge de Le Bonheur 03

 

Foto del set de Une chante autre pas

 

Agnes Varda fue fotógrafa, artista, cineasta y pionera de la Nouvelle Vague, una creadora original y atrevida, que experimentó con múltiples soportes y lenguajes del arte. La exposición «Agnes Varda. Fotografiar, filmar, reciclar», que se podrá ver en el CCCB del 18 de julio al 8 de diciembre de 2024, recorre la vida, la obra y las fascinantes historias de una creadora libre, moderna y comprometida con su entorno político y social.

La exposición una adaptación ampliada de la muestra «Viva Varda !», concebida y producida por la Cinémathéque francaise de París en colaboración con Ciné-Tamaris y la amable contribución de Rosalie Varda y Mathieu Demy. Está comisariada por la curadora especializada en cine Florence Tissot, con la dirección artística de la hija de Agnes Varda, Rosalie Varda, y el asesoramiento local de la crítica cinematográfica Imma Merino.

En el CCCB, además de los materiales de la exposición original, se incluyen cuatro instalaciones creadas por Agnés Varda, salas de proyección para ver integramente cortometrajes fundamentales de su filmografía y un reportaje fotográfico inédito de su viaje a Cataluña en 1955. También se incluyen materiales que muestran la relación entre artistas catalanes y la obra de la cineasta.

Agnes Varda (Bruselas, 1928 – París, 2019) fue una de las pocas mujeres directoras de su generación capaz de consolidar una carrera de largo recorrido. Precursora del movimiento cinematográfico de la Nouvelle Vague, Varda rompió normas y clichés y siempre quiso renovarse. Filmó más de cuarenta películas, entre largometrajes y cortometrajes y entre la ficción y el documental, y trabajó tanto en el cine analógico como en el digital.

La muestra celebra la trayectoria y el talento de una artista que experimentó con múltiples soportes y lenguajes artísticos. Antes de ser cineasta, Varda fue fotógrafa y retratista y, de mayor, creó instalaciones artísticas para museos. En la exposición se reúnen por primera vez en Cataluña cuatro de las instalaciones de Varda y una selección de cortometrajes imprescindibles de su filmografía, que se pueden visionar en salas de proyección dentro del espacio expositivo.

La exposición también nos descubre la fascinante vida de Agnés Varda, marcada por su carrera de fondo para hacer cine con pocos recursos y reconocimiento y por los viajes, hijos, amistades y relaciones diversas que mantuvo. Varda fue protagonista de la efervescencia social y política de su tiempo: el feminismo, el movimiento hippie o la lucha de los Black Panthers.

Y se relacionó tanto con artistas y actores famosos como con personas anónimas y marginales, que quiso representar y dignificar en sus películas. «Agnes Varda. Fotografiar, filmar, reciclar» refleja el espíritu abierto y viajero de Varda a través de objetos personales, carteles, obras de arte o de los retratos y reportajes de fotos que realizó, algunos de ellos desconocidos o inéditos, como la serie fotográfica de su viaje a Cataluña en 1955.

También nos revela como algunos artistas catalanes fueron referentes para la creadora (Dalí, Tapies, Barceló) y como creadores y creadoras del país han sido influenciados por su obra, incluyendo una pieza de la cineasta Mercedes Álvarez especialmente creada para la exposición. En este sentido, la muestra incluye, entre otras, obras de Joan Fontcuberta, Miquel Barceló, Antoni Tápies, Isa Feu, Isaki Lacuesta y Niki de Saint Phalle.

Para reivindicar la curiosidad y el carácter juguetón de Agnés Varda, se abre el «Laboratorio Varda», un espacio para adentrarse en el imaginario de la autora o descubrir su fascinación por los gatos, espejos y playas, de acceso gratuito mientras dure la muestra. La exposición también irá acompañada de otras actividades como debates, presentaciones, talleres y proyecciones, entre otras.

 

DE AQUÍ Y DE ALLÁ: VARDA Y LAS IMAGENES

Agnes Varda se inició como fotógrafa a los 22 años y no dejó de serlo nunca. A partir de los años sesenta, se consagró al cine y, en los últimos veinte años de su vida, también a las instalaciones artísticas. Como fotógrafa, cineasta y artista, siempre se interesó por los demás y, al mismo tiempo, iba dibujando su autorretrato. Varda .7 7 estuvo siempre renovando las representaciones de sí : misma y en las últimas décadas, incluso, protagonizó sus películas.

El autorretrato para Varda es una forma de autoconocimiento, pero también un ejercicio lúdico que, con el humor que la caracterizaba, la empujó a ponerse delante de la cámara y a disfrazarse. Varda también fotografió el mundo del teatro, a sus vecinos, su familia y sus viajes. Retrató a personas conocidas y anónimas, siempre experimentando con la imagen. En este primer apartado se presenta una selección de fotografías de Varda, algunas prácticamente nunca vistas antes, incluyendo retratos a amigos y artistas y autoretratos, así como la serie fotográfica inédita de su viaje a Cataluña en 1955, en el que retrató a Dalí. También se incluye su instalación Ulysse (2012).

 

CINESCRITURA: LA INVENCIÓN DE UN ESTILO

Sin experiencia cinematográfica previa y con solo 26 años, Agnés Varda convirtió su primera película La Pointe Courte (1954), en una búsqueda narrativa y formal que anticipaba conceptos y prácticas de la Nouvelle Vague. Varda trabajó siempre la forma cinematográfica con rigor, pero también con una libertad que le permitió no someterse a ningún estilo predefinido. Inventora de sus propias normas y movida siempre por el placer de la experimentación, Varda redefinió su estilo adaptándolo a las necesidades de cada proyecto, examinando una y otra vez las formas narrativas y diluyendo los límites S entre el documental y la ficción. Agnes Varda creó un neologlsmo para definir el trabajo de la dirección cinematográfica de autor, donde el cineasta participa en todo el proceso de creación de la película, desde la escritura del guión hasta el montaje: la palabra cinécriture (‘cinescritura’). En este segundo apartado se pueden ver integramente los cortometrajes de Varda L’OperaMouffe y 7 P., cuis., s. de b… (a saisir), y conocer films claves de su filmografía, como La Pointe Courte, Cléo de 5 á 7 (Cleo de cinco a siete) o Sans toit ni loi (Sin techo ni ley). También se incluye la obra de la historietista catalana Isa Feu, influenciada por la artista.

 

LAS FAMILIAS DE VARDA

Agnes Varda eligió opciones de vida sentimental, conyugal y familiar poco convencionales y garantizó, a través de su propia productora, Ciné-Tamaris, su libertad para explorar una gran diversidad de tonos y registros. Ciné-Tamaris y otras esferas de su vida conforman una suerte de familias de Varda, donde también están el mundo del teatro, la Nouvelle Vague y «grupo de la Rive Gauche», los actores y las actrices, su compañero de vida Jacques Demy, el mundo del arte, sus hijos y, también, los gatos. Varda frecuentaba personalidades tan distintas como la escultora Valentine Schlegel, de la que fue compañera sentimental y que la introdujo en el mundo del arte; el actor y director Jean Vilar, figura clave del teatro francés; el artista Alexander Calder, vecino de la Rue Daguerre y amigo; los cineastas Chris Marker, Alain Resnais, Jean-Luc Godard, Frangois Truffaut, Eric Rohmer, Claude Chabrol y Jacques Rivette; y actrices como Catherine Deneuve, Delphine Seyrig y Jane Birkin, entre otras. Este tercer apartado muestra la juventud y los orígenes griegos de Agnes Varda, su relación con el teatro, la Nouvelle Vague, Jacques Demy, los actores y las actrices, la infancia, el mundo del arte y los gatos. En este ámbito también se incluye la instalación de Varda Le Tombeau de Zgougou (2006) y se puede ver íntegramente el cortometraje Oncle Yanco y fragmentos de su largometraje censurado Nausicaa.

 

LOS VIAJES DE AGNES VARDA: UN COMPROMISO ITINERANTE

Varda, con sus viajes por todo el mundo, fue testigo, como artista, de cambios sociales, revoluciones y movimientos de protesta, así como de la marginalidad que generan las desigualdades. Sus films de los sesenta y setenta reflejan la efervescencia política y estética de la época: la revolución cubana, en Salut les Cubains (1964); el movimiento afroamericano por los derechos civiles, en Black Panthers (1968); o la libertad sexual asociada al movimiento hippy, en Lions Love (…and Lies) (1969).

A inicios de los ochenta, Varda » exploró la marginalidad a través de las pinturas murales de Los Ángeles en Mur Murs (1981). Con el tiempo, volvió a abordar este tema en el ámbito francés, en Les Glaneurs el la Glaneuse (2000, Los espigadores y y la espigadora), donde plantea la cuestión del consumismo exacerbado y del despilfarro, que contrasta con la falta de recursos de personas en condiciones precarias. La mirada de Varda, siempre dirigida hacia los demás y a su misma altura, es indisociable, al mismo tiempo, de una constante renovación estética.

El cuarto apartado muestra los viajes de Varda a la China de Mao Tse-tung y la Cuba de Fidel Castro, a Los Ángeles de la explosión contracultural y de los murales urbanos, y sus viajes por Francia retratando espigadores y espigadoras o con el fotógrafo y artista urbano JR. En este ámbito también se pueden ver integramente sus cortos Salut les Cubains, Black Panthers y Plaisir d’amour en Iran y se incluye un fragmento de la pieza Oú en étes-vous, Isaki Lacuesta ?, que rinde homenaje a Salut les Cubains de Agnes Varda.

 

LIBRE, FEMINISTA Y ALEGRE

«A veces, hay quien me pregunta si todavía soy feminista, como si de una enfermedad se tratara», decía Agnes Varda en 2017. Cuarenta años atrás había dirigido L’une chante, I’autre pas (Una canta, otra no), su largometraje más g abiertamente comprometido con la lucha por los derechos de las mujeres. Narra la historia de una { » vieja amistad entre dos mujeres y de la lucha por (:Í¡) el derecho al aborto y, a la vez, muestra la % felicidad por la maternidad y el embarazo, reivindicada por la directora.

El feminismo de Varda se manifiesta en su independencia económica, construida con la productora Ciné-Tamaris desde 1954, y se consolidó en Estados Unidos y a través de sus amistades. En numerosas ocasiones hizo declaraciones sobre la cuestión del lugar que ocupa la mujer en el mundo del cine y ella misma tardó en ser justamente reconocida. La sensibilidad feminista de Varda también brillaba en la forma de renovar los relatos y los personajes, ofreciendo una imagen de la mujer y la pareja lejos de lo que ella denominaba los «tópicos colectivos».

Agnes Varda ha dejado huella en muchas directoras y directores que tienen muy presentes estas nuevas representaciones y el respeto profundo con el que se acercaba a las personas para dejar testimonio de la experiencia humana. Este quinto apartado muestra imágenes de la Varda feminista e incluye su instalación Les Veuves de Noirmoutier (2005).

La exposición «Agnes Varda. Fotografiar, filmar, reciclar» finaliza con la Isla Varda. Un espacio que muestra piezas inspiradas por Varda que forman parte del proyecto Arxipelag de la Mostra Internacional de Films de Dones, que cada año invita a cineastas, cinéfilas, críticas y artistas visuales a rendir homenaje a las cineastas que las inspiran.

 

 

 

 

 

 

*Fotografía del montaje CCCB Alice Brazzit

 

Fecha y horario
18 julio — 8 diciembre 2024
De martes a domingo y festivos
11.00 – 20.00

Lunes no festivos
Cerrado

Precios
Una exposición: 6€ / 4€ reducido
Dos exposiciones: 8€ / 6€ reducido

Los domingos de 15.00 a 20.00 la visita es gratuita con reserva previa (entradas disponibles el miércoles anterior a las 11.00).
El acceso es gratuito presentando una entrada del ciclo «Agnès Varda Essencial» o el carnet de Amigo de la Filmoteca de Catalunya.
Con la entrada a la exposición o el carnet de Amigo del CCCB hay un descuento para el ciclo de la Filmoteca.

 

+ info https://www.cccb.org

con el apoyo de
aecid
En tu mail! Ingresa tu dirección de e-mail para recibir novedades, convocatorias y lo más destacado de hipermedula.org
×