Ciudad de Córdoba, Argentina. 7 de marzo al 7 de junio 2025.
Exposición 8M – Movimientos del deseo: prácticas decoloniales
Espacio Cultural Museo de las Mujeres
Rivera Indarte 55
Agencia Córdoba Cultura
espacioculturalmuseomujeres@gmail.com
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8M – Movimientos del deseo: prácticas decoloniales
El Espacio Cultural Museo de las Mujeres abre su ciclo con una propuesta que reúne artistas de diferentes puntos del país que, mediante diversos lenguajes, exploran saberes ancestrales, comunitarios y feministas
A las 19 h, el Espacio Cultural Museo de las Mujeres -Rivera Indarte 55- inaugura su programación 2025 con “8M – Movimientos del deseo: prácticas decoloniales”
A través de una cartografía de resistencia, la muestra propone nuevas formas de sensibilidad y pensamiento, cuestionando la modernidad colonial y generando diálogos con los contextos sociales y culturales.
“Sí hay” – (instalación y documental audiovisual en colaboración con Lorenzo Lanfranco)-, de Candelaria Traverso, de Córdoba; “Orgullo y bizarría – (instalación)-, de Gabriel Alarcón, de San Salvador de Jujuy; “Des-cautiva” – (pintura y collage de objetos)-, de Lola Orge Benech, Córdoba; “Mutaciones de la Lengua”, del colectivo La lengua en la calle (Instalación); e “Identidades disueltas”- (pintura mural)-, de Constanza Cortez, La Rioja.
Sobre el evento
A las 20h, la apertura contará con las actuaciones de Marcelo Argüello, quien bailará “Balada para mamá”, y Lucio Hernández, “Despejar lo profundo”, alumnos del Seminario de Danza Clásica “Nora Irinova”, del Teatro del Libertador San Martín. La dirección está a cargo de la maestra Patricia Ferrer.
A continuación, a las 20.30 h, el ensamble de cuerdas de la Orquesta Escuela Mediterránea, Cuarteto DalMonte compuesto por Benicio Fernández y Juana Ludueña (en violín), Berenice Negrette (viola) y Muriel Boasso (chelo) tendrá a cargo la música del evento. El repertorio está compuesto por piezas nacionales como “Rezo por vos”, de Charly García; “Libertango”, de Astor Piazzolla; e internacionales como “Up”, de la banda Coldplay, entre otras
La entrada es gratuita y apta para todo el público.
Las protagonistas: las muestras
“Sí hay”, de Candelaria Traverso
Instalación y documental audiovisual en colaboración con Lorenzo Lanfranco
En Sí hay, Candelaria Traverso presenta un documental audiovisual en colaboración con Lorenzo Lanfranco, junto con una instalación: un extenso techo de bolsas de arpillera plástica que evoca los mercados del noroeste argentino. El documental, filmado desde Maimará (Quebrada de Humahuaca) hasta Perú, pasando y deteniéndose en el altiplano boliviano, propone la deriva —en forma de auto-historia— como estrategia narrativa y ruta de acción”.
Candelaria Traverso (Córdoba, 1991) es licenciada en Artes Visuales por la UNC, se formó en programas como la Cátedra Libre de Silvia Cusicanqui y EPPAC (UNC). Expuso en espacios como Fundación March, ArteBA y P. Hugues (Londres). Ganó premios en 8M y Klemm. Participa en residencias y ferias internacionales y es representada por la galería Herlitzka & CO. La artista vive y trabaja en Maimará, pequeño pueblo asentado en la Quebrada de Humahuaca, Argentina. Su práctica artística se desprende de los vínculos y experiencias que forja en los territorios que habita. Los saberes y las prácticas que vinculan tiempos ancestrales con el presente, los espacios informales como ferias y mercados, el trabajo ambulante y el desplazamiento son intereses que movilizan su trabajo.
“Este textil, llamado Toldo, lo realicé este año. Está conformado por 8 paños de 2 metros por 2,40 aproximadamente, que juntos forman un gran toldo o tapiz. Cada paño presenta ojales en sus extremos, y los paños están unidos entre sí a través de sogas que se entrelazan. De esta manera, se forma un gran textil que cuelga del techo de la sala evocando un gran toldo o carpa de mercado”, expresa sobre su obra.
“La materialidad del textil- explica sobre la instalación- fue recogida y comprada durante un viaje realizado por el noroeste argentino, el altiplano boliviano y el valle sagrado de Perú. Se trata de distintas bolsas de arpillera y lonas, utilizadas para el transporte y la contención de diferentes elementos (como puede ser alimentos, juguetes, ropa usada, entre decenas de otros usos)”.
El material audiovisual, por su parte, fue realizado junto al sociólogo Lorenzo Lanfranc.
“Orgullo y bizarría”, de Gabriel Alarcón
Instalación
En Orgullo y bizarría, Gabriel Alarcón instala en la sala la pieza Cinta de inauguración, un título que no se afirma en su contexto, ya que no parece celebrar una apertura, sino más bien suspender el acto mismo de inaugurar. Cinta inaugural está confeccionada en tela de tono marrón y lleva pintado el perfil de la Cordillera, coronado en su centro por un Sol de Mayo de rostro mestizo. La cinta está sostenida por rústicos palos, cuyas bases se envuelven en lana de oveja tejida a crochet, un gesto que introduce la manualidad y la tradición textil en diálogo con la iconografía patria.
Gabriel trabaja con la apropiación de los emblemas nacionales, proponiendo un ejercicio que altera el relato oficial y desestabiliza los imaginarios históricos. Modificar el color, incorporar elementos locales y recurrir al tejido a crochet son algunas de sus intervenciones sobre los signos de identidad, despojándolos de su rigidez simbólica y acercándolos a materialidades periféricas. La lana, la precariedad de los soportes y el gesto manual de la intervención funcionan como estrategias del absurdo que desafían la solemnidad de los símbolos nacionales. En este desplazamiento, el artificio de la tradición queda expuesto y la historia nacional se desdobla en otras versiones posibles: «Es un desvío poético que reconfigura nuestra relación con los símbolos y con la historia misma», describe el artista
Alarcón es oriundo de San Salvador de Jujuy, Jujuy. Es artista visual y profesor de Artes Visuales. Cursó la licenciatura en Escultura en la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) durante una década vivió en esa ciudad, participando de muestras y salones, así como en muestras individuales y colectivas en Córdoba, Buenos Aires, Jujuy y Curitiba. Ha sido distinguido con el 2° premio en el Salón Regional de Pintura del NOA, en Santiago. del Estero 2018, mención en el XI salón de pintura Bancor 2018, mención honorífica en el 35 Salón Ciudad de Córdoba 2016, entre otros. En su obra conjuga prácticas y materialidades diversas, construye poéticas desde el ser mestizo en un territorio de frontera. Busca agenciamientos con saberes domésticos como el tejido y el bordado, indagando en sus potencialidades y performatividades. Fusiona prácticas artísticas en un intento de fugarse de las lógicas de la colonialidad permanente sobre el cuerpo/territorio que habita.
“Des-cautiva”, Lola Orge Benech
Pintura y collage de objetos
La muestra, compuesta por 23 piezas, se organiza en tres momentos. Cortezas, especias y pintura, donde reúne amuletos, colgantes, microescenas y pinturas que funcionan como un ritual psicomágico donde se ensamblan residuos naturales, iconografía patria y referencias religiosas. Lola entrelaza tradiciones tecnológicas y artesanales con escenas rituales. Des-cautiva propone una poética de la precariedad y el ritual como formas de explorar relaciones alternativas con los objetos que configuran nuestro mundo.
“Principalmente, estas piezas que presento para el museo son objetos compuestos por ensambles de materiales orgánicos recolectados, que pasan por procesos artesanales de preservación a través de la resina y el barniz, y en simultáneo piezas inorgánicas también recolectadas, como tapas de libros, figuras en miniatura y monedas de época, casquillos, llaves, estampitas, entre otros”, expresa la artista
Lola Orge Benech es de Córdoba, Argentina (2000) y es artista visual. Terminó el secundario de la Escuela Provincial de Artes Visuales Juan Mantovani con bachillerato audiovisual en la ciudad de Santa Fe. Desde 2019, reside en Buenos Aires. En 2024 terminó la licenciatura en Prácticas Artísticas Contemporáneas en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM).
“Mutaciones de la Lengua”, del colectivo La lengua en la calle
Instalación
A través de diferentes dispositivos montados en la sala, la muestra propone una escritura/pensamiento en constante transformación, que se abre como un gesto de exploración colectiva a través del lenguaje, una posibilidad de intervención en el discurso público y una forma de cuestionar organizaciones y estructuras de poder.
“La lengua en la calle» es un colectivo interdisciplinario que combina activismo performático y arte gráfico en espacios públicos, virtuales e institucionales. Desde allí, indagan en la relación entre poética y política, utilizando la polisemia del lenguaje. Sus proyectos se nutren del diálogo constante con las coyunturas, y articulando prácticas artísticas y activismo para generar encuentros transformadores”.
“Identidades disueltas”, de Constanza Cortez
Pintura Mural
En el mural Identidades disueltas, la artista construye un autorretrato a partir de una iconografía íntima. Larguísimas trenzas de cabello infantil, tríos de corazones y lloronas que inundan las paredes, se disponen en patrones geométricos de colores vibrantes. A través de la repetición, la variación y la transformación de las formas, la artista explora la identidad como un espacio mutable y múltiple, y también lo ofrece como un lugar para el propio reflejo.
Cortez es artista visual e ilustradora de Chilecito, La Rioja, residente en Córdoba, explora la memoria, el feminismo y las relaciones humanas a través de textiles, ilustración digital y pintura. Ha expuesto en destacados espacios culturales y participado en gestión artística con El Club de Dibujo y TAF Córdoba. Su trabajo fusiona técnica y concepto, promoviendo el arte como espacio de reflexión, encuentro y exploración colectiva. Constanza Cortez explora los encuentros, relaciones y fricciones del cuerpo con su entorno, el otro y consigo misma, en un proceso de autodescubrimiento y reflexión. Su obra aborda tanto vínculos amables como dolorosos, profundizando en su propia historia. Sus imágenes, de rasgos surrealistas e infantilizados, evocan la infancia como etapa clave de la conciencia y el contacto con el mundo. Mediante soportes alternativos, superpone imagen y materialidad. Su trabajo resignifica una experiencia dolorosa a través del pensamiento feminista, transformándola en un proceso de reconciliación personal.