Ouka Leele, la utopía transgresora

Montevideo, Uruguay. Del 19 Julio al 4 de Septiembre 2012.19h
Centro Cultural de España en Montevideo
Rincón 629 Montevideo, Uruguay
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Lunes a viernes de 11-19 h y sáb 11-17 h
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Esta exposición parte de las quince obras que se produjeron de la artista española Ouka Leele para representar a España en la XI Bienal de Arte en El Cairo, Egipto. La muestra recoge un conjunto de trabajos que revelan hechos de la vida de la que fue Premio Nacional de Fotografía en el año 2005.

La muestra, con la curaduría de Manuel Romero, recoge un conjunto de trabajos que revelan hechos de la vida de la que fue Premio Nacional de fotografía en el año 2005. La labor fotográfica que realiza Ouka Leele derrocha emoción y lirismo, al tiempo que recupera la memoria familiar y adolescente cargada de nostalgia fetichista.

Al salir de la negra noche oscura, llamada por la muerte, pude al fin desear la vida para siempre” 1. Terribles y profundamente esclarecedoras palabras que han de servirnos para saber cómo acercarnos y tratar de entender, no sólo los trabajos de tan singular artista, sino también su posición en el mundo, su mirada introspectiva. Exquisita buceadora de los parámetros que jalonaron su infancia, adolescente sorprendida por el dolor y la muerte: «pase de mí este cáliz» 2. Todo lo que ocurrió después fue un generoso torrente de sensibilidad que ha desembocado en lo que, con certeras palabras el profesor y reconocido crítico de arte Francisco Calvo Serraller ha definido como «el cuento de nunca acabar» 3. En su exposición Inédita (2008) que hemos podido ver en el Museo del Traje de Madrid se nos revela como una artista que ha hecho de su biografía un verdadero arte, porque no otra cosa son los rastros biográficos que esta artista y sus personajes van dejando por el mundo. Ouka Leele inicia así toda una fenomenología de la imagen cargada de emoción y de lirismo, una recuperación de la memoria familiar y adolescente que comportan por sí mismas todo un aura de nostalgia fetichista. Y en este proceso de esenciales iluminaciones, acrecentando su necesidad, pronto transmutó en cegadora luz, o lo que es lo mismo en utopía, el espacio real que le estaba reservado para poder codificar sus sueños. Así pues, tras la desolación, en la búsqueda de su “príncipe azul”, mirándose en el reflejo de su “alma acuática” sabedora de que “cada centímetro de superficie está poblada de ángeles y arcángeles, Ouka Leele en un acto de reveladora humildad, acepta por fin su destino de artista, este es el día en el que, no sin pudor, escribe en su diario: «Un rayo de luz acaba de atravesarme”, e inicia una andadura de exposiciones y manifestaciones públicas, una trayectoria dónde cada uno de sus trabajos y fotografías transmiten el reflejo de aquella inicial introspección, el resultado de profundizar en su alma de artista. Es el momento en el que, «iluminada» por aquel rayo de luz, como nos tiene contado Bárbara Allende, convertida ya y para siempre en Ouka Leele, parece que «sabe algo de lo que espera a quienes en su lugar fue llamado» 4.Es por ello que, entregada de lleno en la fotografía, pudimos disfrutar de sus grandes proyectos, La Cibeles, sus polaroids gigantes para Cartier y Pulpo’s Boulevard. Tanto en estos trabajos como en la mayoría de las fotografías que figuran en esta exposición, podemos percibir con claridad esa singular dicotomía entre espiritualidad y carnalidad que la artista viene manifestando en sus obras. Ouka Leele, instalada definitivamente en el reino de la fotografía, con sabiduría transgresora parece obedecer a las palabras de uno de los más grandes maestros del sufismo: “Gastad de aquello de lo que se os ha hecho depositarios” 5. Lo que nos confirma el porqué mereció el Premio Nacional de Fotografía.

 

Manuel Romero
Comisario de la exposición

 

Ouka Leele (Madrid, 1957)

Pasa su infancia entre Madrid y San Rafael, donde el bosque se clava en su alma para siempre. Muy pronto comenzaría a pasar la mayor parte del tiempo dibujando, pintando y devorando libros de arte. En el Museo del Prado se emociona con los colores y pinceladas de las telas en los ropajes de la obra de El Greco, la misma emoción que le evocan los colores de la naturaleza. Cuando vende por primera vez sus dibujos en el rastro de Estepona, recibe un buen augurio de un comprador que bajó de un barco con su pipa y su gorra de marinero: “Y que sepas que te los compro porque sé que vas a ser muy famosa”.

1976. Aconsejada por un compañero de la escuela de pintura se integra en Photocentro, escuela de fotografía donde empezaban a sembrarse las semillas de las tendencias artísticas en ciernes. Sus primeras fotos se incluyen en el libro de Diorama Ediciones, Principio, 9 jóvenes fotógrafos españoles. Desde ese momento, la fotografía que no buscaba se entrelaza en su vida artística sin dejarla escapar, a pesar de muchos intentos.Su necesidad de pintar la empuja hacia la fusión de pintura y fotografía, desarrollando así ese lenguaje personalísimo, mezcla de la escenografía teatral que es fotografiada y la pintura. En contacto con otros artistas, decide abandonar la idea de estudiar la carrera de Bellas Artes y avanzar en su búsqueda artística de manera autodidacta.

1978. Traslada su residencia a Barcelona, donde realiza la serie Peluquería que se expone por primera vez en 1979 en dicha ciudad, y en 1980 en Madrid. Para esta presentación se lleva a cabo una singular acción inaugural en la que porta un cochinillo con luces en los ojos y en la boca como peinado y un vestido fuelle, que recuerda a los de las cámaras de gran formato. Teatro, danza, cine, fotografía y pintura conforman el devenir de su obra.

1980. Se traslada a Nueva York, donde toma conciencia de que su lugar de trabajo lo encuentra ahondando en sus orígenes, y desde allí viaja a México.

1981. Regresa a Madrid en plena movida y decide quedarse debido a una grave enfermedad. Realiza los diseños de los sombreros de la película Laberinto de Pasiones de Pedro Almodóvar. Son años muy intensos y de gran crecimiento interior ante la posibilidad de perder la vida.

1984. Tras superar la enfermedad, su pasión y amor por la vida se reflejan en su obra. En París, la agencia VU comienza a mover su obra llevándola a Tokio.

1987. Expone en La Bienal de São Paulo. Realiza el gran montaje de La Cibeles, representando el mito de Atalanta e Hipómenes. Exposición retrospectiva en el Museo Español de Arte Contemporáneo.

1988. Se instala en París para realizar la serie de polaroids gigantes para la Foundation Cartier. Pasa largas temporadas en Mallorca, donde se prepara para el nacimiento de su hija en 1990. Expone las pinturas realizadas en esta isla en Arco con un éxito total de ventas. Realiza un cambio casi imperceptible añadiendo una “E” a su nombre, Ouka Leele, para darle más vida y movimiento.

2000. Nueva etapa en su evolución en la que huye de encasillamientos que le aten a la fotografía. Decide exponer sus fotografías al desnudo en blanco y negro.

2002. Comienza el rodaje de La mirada de Ouka Leele, largometraje de Rafael Gordon. Hasta 2004 realiza un mural en Ceutí, Murcia, Mi jardín metafísico de 300 metros cuadrados.

2003. Recibe el Primer Premio Nacional de Bibliofilia por El Cantar de los Cantares, con sus serigrafías y dibujos. 2004. Recibe el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid y se realiza una exposición retrospectiva de su obra Pulpo’s Boulevard.

2005. Premio Nacional de Fotografía que la lleva a retomar esta disciplina. Una vez más, no puede escapar de ella, en un momento en que estaba dedicada de lleno a la pintura y a la poesía. Edita de nuevo con Ahora Ediciones de Bibliofilia Floralaza, poemas y serigrafías íntimamente relacionados con el mural Mi jardín metafísico en Ceutí, Murcia (2002-2004).

2007. Diseño de escenografía y vestuario para la ópera Curlew River, de Benjamín Britten. Realiza las obras La menina ingrávida y Mi cuerpo es mi territorio ante Las Meninas de Velázquez y Las Tres Gracias y El Juicio de Paris de Rubens, que expone en el Museo del Prado formando parte de la colección 12 artistas en el Museo del Prado, producida por la Fundación Amigos del Museo del Prado y comisariada por Francisco Calvo Serraller.

2008. Ouka Leele Inédita, exposición retrospectiva en el Museo del Traje de Madrid, como resultado del Premio Nacional.

 

Manuel Romero Doctor en Arte.

Licenciado en Filosofía. Estudios realizados en la Soborne de París y en la Universidad Complutense de Madrid. Crítico de arte y comisario de exposiciones internacionales. Ha representado el arte contemporáneo español con el Ministerio de Asuntos Exteriores en Europa, Iberoamérica y Oriente Medio. Especializado en el Mundo Árabe. Consejero-Asesor de Casa Árabe en Madrid. Escritos sobre la obra de Henry Moore, Miró, Pierre Alechinski, Chillida, Palazuelo, Gerardo Rueda, José Guerrero, Gustavo Torner, etc. y las nuevas generaciones españolas. Colaboración con el Ministerio de Cultura, Instituto Cervantes, Ministerio de Cultura de Egipto y de la nueva Biblioteca de Alejandría. Tiene publicados varios escritos en revistas especializadas, además de una importante trayectoria como conferenciante. Está en posesión de la Encomienda de la Orden del Mérito Civil, así como de las medallas de Honor de las Bienales de Arte de El Cairo, Alejandría y Sharjah (Emiratos Árabes Unidos). Vive y trabaja en Madrid y Alejandría.

1. Ouka Leele: Inédita, Ed. Ministerio de Cultura. Madrid, 2008. pág. 29. 2. Ouka Leele: Op. cit. pág. 28. 3. Francisco Calvo Serraller: Inédita, Ed. Ministerio de Cultura. Madrid 2008, pág. 15. 4. María Zambrano: Dedicatoria, manuscrito. Archivo M. Romero. Madrid 2-5-1987. 5. Inb Al-Arabi: Los engarces de la sabiduría. Ed. Hiperión S.L. nº 126. Madrid, s.f., pág. 74.

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