Murcia, España. Del 24 de noviembre al 7 de enero 2022.
Mirada Abisal, de Diego Lobenal
Centro Párraga. Sala de Máquinas.
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Mirada Abisal
Diego Lobenal
Comisario: Rodrigo Carreño
Centro Párraga. Sala de Máquinas.
24 de noviembre 2021 – 07 enero 2022
La Sala de Máquinas del Centro Párraga de Murcia acoge desde hoy y hasta el próximo 7 de enero la exposición ‘Mirada Abisal’ del artista murciano emergente Diego Lobenal, una reflexión sobre el papel que juega internet y la imagen en la cultura digital de esta nueva era, dando al observador un papel protagonista, entendiendo que aquello que vemos en las redes sociales tiene sentido en función de quien lo observa y no por quien lo difunde.
Una muestra organizada por Rodrigo Carreño, joven comisario de la Región de Murcia, con el objetivo de crear un espacio dónde el espectador sea consciente del cambio que sufrimos en el panorama actual y cómo, a través de la apropiación, la hiperconectividad o la multiplicidad en Internet, surgen nuevas estrategias que sitúan al observador ante un nuevo rol; el de visualizar, analizar, comprender y pensar la imagen.
“Nos encontramos en un momento en el que la imagen digital, que no tiene original y es de producción ilimitada, rige nuestro tiempo y se presenta ligada a las pantallas, a la red y a Internet. Estas imágenes digitales son imágenes que pertenecen a un mundo de conexión global, a la comunidad de usuarios”, explica.
Carreño destaca que “el lenguaje visual se ha transformado y ahora cualquier persona puede crear imágenes y difundirlas de forma rápida y sencilla. Así es como las imágenes, que habitan una nueva realidad –virtual–, nacen para ser vistas por los demás. Todo esto nos sitúa en una nueva posición como observadores.»
Durante las últimas décadas, y especialmente con la llegada de Internet, los parámetros visuales han cambiado. Ahora, el acontecimiento visual, es decir, la interacción entre el observador y aquello que observa, se produce a través de una pantalla. Es por esto por lo que nos encontramos en un momento en el que no se trata de ver si no de visualizar. Así, al adentrarnos en el abismo de Internet, debemos ser conscientes de que las imágenes pueden engañarnos o transportarnos a lugares inexistentes. Se produce por tanto un juego entre el difusor y el observador, ya que la imagen ha perdido su poder de trasmisión por sí sola y depende de quien la difunde y de quien la visualiza. Este acto de hacer ver las imágenes o de recibirlas en las redes sociales es el eje sobre el que se centra el artista Diego Lobenal como proceso creativo para desarrollar las obras que pueden verse en la muestra.
Para la puesta en marcha de la exposición, y siguiendo la idea de Matrix y la estética de la hiperconectividad entre los seres humanos y la red de Internet a través de las Power Plants, el artista realizó una performance durante 12 horas en las que, centrado en especial en Instagram, intentó encarnar el algoritmo y se apropió de los perfiles de sus seguidores en esta red social para crear la imagen que el artista tiene de ellos según el material publicado. De esta forma, la imagen obtiene el sentido que le da el observador y refuerza la idea de que actualmente somos seres mirados.