Ciudad de Buenos Aires, Argentina. 23 de septiembre 2023.
Y se precipitará como un invierno severo y fatal
Exhibición de Faktor
Acéfala Galería
Niceto Vega 4754
http://acefalagaleria.com
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Y SE PRECIPITARÁ COMO UN INVIERNO SEVERO Y FATAL
Artista: Faktor
Curaduría: Tania Puente
Inauguración: Sábado 23.09 / 18 h
Galería Acéfala (Niceto Vega 4754, CABA)
Esto es una promesa de futuro.
Una advertencia.
Una deuda.
Un espectro.
Mide tu distancia.
I. Distancias
Se trata de un ejercicio de distancias. En qué punto te paras, desde dónde escuchas, cuál es el ángulo de la línea que traza tu mirada en relación a lo que observas, hacia qué dirección se proyecta tu sombra. A qué distancia te encuentras de otros cuerpos, de otros tiempos, de la bilis negra y de la carne extinta, del vaho de la madrugada, de la pérdida, del ritmo, de la pausa, del peso y de la acumulación. Qué tan cerca estás de ti, qué tan lejos estás de ti, que eres piedra, aleación oxidada, gata mimosa, arena vitrificada, cordero oracular, mancha arcoíris de aceite, pasto quemado, poliuretano henchido, retoño brioso.
Si el umbral es el origen de coordenadas de este plano, ¿a qué distancia quedamos resguardados de lo que se avecina? ¿Qué figuras dibujamos para invocar la protección? En este ejercicio, quedan al descubierto las manifestaciones de nuestros impulsos instintivos que responden al miedo y a la preservación. El origen de las prácticas apotropaicas.
Al entrar a este espacio, traemos un ritual al presente absoluto. Un tiempo fuera del tiempo. Está situado entre el aceleracionismo, la cibernética, la técnica y la magia. Nos convertimos en adoradores de imágenes y nos entregamos al riesgo que se paga por la devoción. Son imágenes vitales y virtuales, dispuestas a ser adoradas, pero también ultrajadas. En su choque dialéctico, nos plegamos a una protección alejada de lo providencial. Nos encomendamos a nuevos juegos de fuerzas y tensiones. A fantasmas, códigos y dibujos escurridizos, inasibles a cada paso.
El umbral se yergue como pharmakon en potencia: veneno y antídoto a la vez, sin saber muy bien qué va a pasar al optar por una dirección. Ni todos los arúspices de Babilonia habrían podido leer estos augurios en las entrañas sanguinolentas y violáceas de rebaños enteros.
De hígados e hipersticiones: una ficción que crea el futuro que predice. ¿Qué amuletos nos ataremos al cuello o enterraremos bajo la tierra resquebrajada?
II. Escrituras
Se escribe en la tierra, en el papel, en la carne, en el metal. Se escribe con fuego, con agua, con tinta, en tiempos y longitudes variables. Se añade o se sustrae. Se talla la primera capa, queda una cicatriz. Se escribe en la vida, en la muerte y en su intervalo. Los dioses de otros tiempos solían imprimir presagios en las vísceras animales. Futuros espesos y fétidos. O tal vez eran los mismos animales quienes grababan sus visiones del porvenir en vasos capilares reventados y tejidos adiposos. Las corrientes oceánicas escriben, los minerales también. Las curvas de las piedras, las aristas de los metales originarios no se deben a pequeños accidentes o a energías endebles. Nacieron algunas de una paciencia mucho más lenta que la rápida perseverancia humana, otras de una brutalidad mucho más rompedora y licuante que la débil violencia humana.
Los ornamentos metálicos son en sí mismos escrituras deseantes. De líneas curvas y fluidas, se camuflan con las formas orgánicas, sin por ello renunciar a su vistosidad. Su hipercustomización sella una alianza desde la mímesis con los recovecos de lo viviente. Su hibridación negocia los afectos y las percepciones, mientras su materialidad clama una pervivencia planetaria que irá más allá de la de una vida animal, humana o no humana. Las pieles de chapa brillantes son superficies de inscripción y palimpsestos geológicos que, con el tiempo, le darán paso al óxido y sus textos crepitantes.
La escritura es un dibujo telúrico que se expande en el espacio, generando combinatorias infinitas con cada bamboleo de luz. También es el arrastre de un cuerpo articulado que se deja caer de forma controlada sobre el suelo. Es un maletín de plástico cuya morfología apunta al traslado y resguardo de una herramienta, de una moneda de cambio o de un arma. Estamos frente a escrituras asémicas: la contemplación absoluta, el arrebato ante la forma, más allá de lo que ahí se inscriba.
Algunas cosas es mejor no saberlas.
III. Espectros
La figura de los espectros genera una disputa por el espacio y el tiempo, y no permite aseverar qué va adelante y qué va detrás, ni qué empieza y qué termina, ni cuál es la dirección del retorno. En esos tiempos trastocados, la aparición de los fantasmas conlleva, a su vez, el acto del don: dar y recibir. Una promesa y una deuda. Una mirada asimétrica.
¿Qué preguntas habría que hacerles a los fantasmas?
¿Qué preguntas nos hacen los fantasmas a nosotros?
¿Qué se preguntan los fantasmas entre sí?
¿A qué distancia están, en qué lenguajes se encuentran?
No solo se manifiestan en lo ominoso. Están en las pequeñas cosas que se aparecen fortuitamente. Son nimiedades, como un halo de luz celeste que se refleja en el suelo, o un trozo de llanta dejándose arrancar por la fricción contra el asfalto. Regalos del camino, deudas mínimas que otras agencias habrán de saldar.
El espacio espectral es a la vez esbozo y ruina; incompleto y devastado al mismo tiempo, nunca deja de ser la traición del pasado y la decepción del futuro, en un presente de cegadora transparencia.
[Cuando el presente ha renunciado al futuro, debemos escuchar las reliquias del futuro en las potencialidades no activadas del pasado].
IV. Tríada
Cada uno de estos incisos podría llamarse de las siguientes formas: transmisión, mensajes, interlocutores. Como el vuelo de un pájaro, el canto de un coro una mañana de domingo o la recepción de un correo electrónico promocional, podrían hacerse pasar por historias menores, pero no lo son. Tampoco son historias mayores, ni épicas, ni loas. El motivo por el cual quedan por fuera de esas clasificaciones es porque, una vez cruzado el umbral, no hay más sitio para esas categorías. A lo sumo, son notas sueltas, esbozos de guía, consejos amigos para reencantar el mundo, o los mundos, con sorpresa y atención, a sabiendas de que el único tiempo que opera es este tiempo, en donde se trata de todo o nada. El artificio existe para enfrentarnos con nuestra existencia, con nuestra materia, con la otredad, la propia y la ajena. Desposeernos.
Red y sistema: somos el veneno y somos el antídoto en un tiempo fuera de quicio. Si te sometes a una forma, también entras en una conversación con una historia alrededor de la forma.
¿Acaso no somos una extensión de este santuario, de estos dibujos, de las piedras, de los secretos, del trabajo íntimo, del cuaderno, del conjuro, del ritmo y de su composición?
Bio del artista
Facundo Suasnabar vive y trabaja en buenos aires. es artista de nuevos medios, compositor, y desarrollador tecnológico. centra su producción en la exploración de las posibilidades del sonido y la luz, en sus diferentes dimensiones y relaciones con los espacios y contextos, intentando construir límites mutantes entre disciplinas y estructuras, utilizando la tecnología como herramienta principal.
Es miembro fundador del colectivo de arte sonoro AUTOBUZZ y curador de la net label strlac records.
Realizó las muestras Negro sera el sol en verano en ARTLAB-Buenos Aires, Argentina (2023). Todo mientras sucede pare eterno -CASO / Casa Nacional del Bicentenario-Buenos Aires, Argentina – (2020). Participó de las exposiciones colectivas: «Que lenguaje hablan las cosas del mundo?» – Ramos generales – La Plata (2023)
«Area de extencion» – LIsboa – (2023). «Premio ITAU artes visuales n14» – Museo Emilio Caraffa-Cordoba (2023).. «Foreverr» – CoCo-Milan – (2023).. «Salon Nacional de Artes visuales» – CCK -(2022).. «Suspenciones y otros esfuerzos absurdos2 – Acefala galeria ( 2022).. «Riesgo pais» – Newton galery- New york (2022)
«Siempre en otra parte» – Galeria Cryptoarg- Decentraland (2021). «.#ArtProject2020» – Ephimeral virtual gallery / Vancouver biennale art and technology – Vancouver, Canada (Noviembre 2020) entre otas.
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*En cursivas se encuentran fragmentos de textos de Roger Caillois, Mark Fisher, Ursula K. Le Guin, algunas voces espectrales que acompañaron esta incursión
