Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Exhibición colectiva Los Patitos Feos
Valerie’s Factory
Vera 1350. Villa Crespo.
valerie@valeriesfactory.com
https://www.valeriesfactory.com
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Los Patitos Feos
Valerie’s Factory
Curaduría: Raúl Flores
Miércoles a sábados de 16 a 20hs
Vera 1350. Villa Crespo.
En marzo Valerie’s Factory inaugura su nuevo espacio con “Los Patitos Feos”
La muestra colectiva “Los Patitos Feos”, que reúne la obra de todos los artistas del staff de la galería, es la que inaugura esta nueva iniciativa ubicada en Villa Crespo. Cuenta con la curaduría de Raúl Flores.
Valerie’s Factory nace a partir de la fusión de dos galerías, Valerie – que desde Mendoza viene impulsando el trabajo de artistas contemporáneos y participando de las más recientes ediciones de la feria ArteBA y Pinta Miami en EEUU- y Aura – la primera galería de arte NFT que también tuvo una notable presencia en ambas ferias-.
Esta nueva propuesta tiene como premisa el trabajo colaborativo y eso se cristaliza desde su origen, con una dirección colectiva a cargo de Jimena Lusi, Xul Jan y Sandro Guevara. Al mismo tiempo, se propone fomentar el espíritu cooperativo entre lxs artistas que representa y la voluntad de generar una comunidad.
“Lo primero que pensé cuando me invitaron es que quería que la curaduría tuviera un tono de celebración, porque estamos celebrando la apertura de una nueva galería en un momento muy difícil para el país” sostiene Raúl Flores, quien tiene a cargo la curaduría de “Los Patitos Feos”.
El espacio se propone como un lugar donde convergen distintos lenguajes, las artes visuales como núcleo central invitando la participación de diseñadores, músicos, curadores y gestores. “Nos excitan los desafíos y los artistas apasionados, la moda y el futuro, las obras que auguran ese espíritu que ama los días de sol, las girl-girls, las boy-girls, los girl-boys y los boy-boys” reza el manifiesto que da a luz a Valerie’s Factory.
El punk, entendido como una contracultura o forma de vida y no solo como experiencia estética, el decolonialismo, y la rebelión encarnan para los integrantes de Valerie’s Factory las premisas para construir una utopía de múltiples objetivos. Es por esto y mucho más que la galería toma el nombre de Valerie Solanas, autora del manifiesto SCUM, y se pregunta ¿qué hubiera pasado con la historia del arte y del pop si Valerie hubiese contado con su propia Factory?.
Esta reminiscencia a los años ‘60 que nos trae la figura de Solanas no es casual en esta galería ni en esta muestra, al respecto Flores cuenta que “al visitar los talleres de estos artistas volví al final del Instituto Di Tella y me gustó pensar que el clima festivo de este proyecto era también una cita al happening de mediados del siglo XX.”
FUIMOS LOS PATITOS FEOS
Crecimos inventando historias al revés rompiendo una muñeca para saber qué es, o robando monedas en mesas de café. Fuimos los patitos feos por casualidad. Nacimos diferentes a todos los demás. Fuimos al colegio había que aprender.
Maestras viejas brujas con olor a papel, trataron de enseñarnos la importancia del tres, la vida de algún prócer peleando sin parar, o cómo se acentuaba la palabra papá. Mientras nuestros ojos soñaban con el mar.
Seguimos estudiando aún sin comprender por qué nos explicaban que amar no estaba bien, que el sexo era basura para personas puras. Nuestras mentes ardían sin saber por qué. Y así fuimos creciendo hasta los dieciséis.
Bailamos con los Beatles, cantamos Yesterday. Aprendimos un oficio para poder comer. De profesión artistas de sótanos concert.
Un piano con diez sillas muy poco que ofrecer. Una canción tristona o alegre al empezar ¡Que tengan buenas noches. El show va a comenzar!
Contábamos asuntos de nuestra realidad. Vestuarios muy baratos de poca calidad. Corrientes era un sueño quién iba a imaginar que los patitos feos podíamos llegar a grandes escenarios, letreros de neón y un empresario chanta pidiéndonos perdón.
Y fue pasando el tiempo, qué vamos a contar; ausencias, desencuentros, otros patitos muertos soñando tantos sueños, viajando a la deriva, el hambre, la tristeza, la pena, la sorpresa, de ver que en otras tierras, lejanas geografías, ser libre no era raro y que un pobre patito podía ser amado.
Los patitos lindos se fueron a bañar y los más chiquititos nos quisimos quedar. Los patos más grandes nos quisieron pegar Y, por ser distintos, por necesidad, nos hicimos cisnes para poder volar.
José Tcherkaski
Se puede visitar de miércoles a sábados de 16 a 20hs en Vera 1350, Villa Crespo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
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