Organismo: el arte como laboratorio p/ transformación ecológica

Madrid,España. 27 junio de 2025.
Organismo: el arte como laboratorio contra-ortodoxo para la transformación ecológica
TBA21–Academy
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
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Organismo: el arte como laboratorio contra-ortodoxo para la transformación ecológica

La iniciativa de TBA21–Academy y el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza desafía los modelos tradicionales de investigación e intervención institucional mediante la potencia del pensamiento artístico transdisciplinar

El programa reúne a artistas de primer nivel como Laure Prouvost, The Otolith Group o Walid Raad, entre otros, junto a científicos, arquitectos, comunidades, activistas, agentes de la política, y pensadores críticos.

Organismo no es un think tank ni un programa académico al uso. Es un organismo vivo: un espacio de trabajo colaborativo.

El programa reúne a artistas de primer orden como Laure Prouvost, The Otolith Group o Walid Raad, entre otros, junto a científicos, arquitectos y pensadores críticos.

En sus dos primeras ediciones ha colaborado con entidades como la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, ARQVA y el Barcelona Supercomputing Center.

Ha generado resultados tangibles como un dispositivo sonoro a modo de audioguía que expande el conocimiento ecosistémico del yacimiento prehistórico, una relectura de la colección permanente que vincula piezas arqueológicas a retos actuales de la región de Murcia y la propuesta de una forma de interpretar mediante lenguajes artísticos los informes técnicos de la ONU.

Participan más de 100 agentes por edición, y su programa público ha alcanzado a más de 1.000 personas anualmente, combinando formatos presenciales y digitales.

El pasado viernes se presentaron los resultados de los cinco casos de estudio de la segunda edición y a la vuelta del verano se abrirá la convocatoria de participantes para los casos de la tercera edición.

Ya se puede pre-registrar para aplicar como participante en la próxima edición de Organismo cuya convocatoria se publicará en septiembre.

 

En un mundo donde los problemas ambientales se vuelven cada vez más urgentes y muchas instituciones y formas de hacer cultura ya no responden a las necesidades actuales, el programa Organismo | Arte en ecologías críticas aplicadas ha presentado las devoluciones de los casos de estudio de este año proponiendo nuevas maneras de reimaginar el arte y la cultura para afrontar los grandes desafíos de nuestro tiempo. Impulsado por TBA21–Academy, el brazo dedicado a la investigación de la Fundación TBA21 Thyssen-Bornemisza Art Contemporary, en colaboración con el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, este programa de estudios independientes reúne a artistas de primer nivel, instituciones públicas y privadas, comunidades locales y expertos nacionales e internacionales para co-crear respuestas innovadoras y situadas a diversas problemáticas.

Desde su inicio, Organismo ha abordado temas cruciales como la arqueología subacuática, la reforestación regenerativa, la ecología del fuego o la gobernanza oceánica lógicas no ortodoxas: lejos de las respuestas estandarizadas, promueve la experimentación, el pensamiento crítico y la imaginación radical. El programa pone en valor el arte no como ilustración de problemas, sino como catalizador activo de transformaciones, generando casos de estudio aplicados que nacen de alianzas reales con instituciones culturales, científicas y territoriales.

Para el director de TBA21–Academy, Eduardo Castillo Vinuesa, “Organismo es una alternativa necesaria frente a los cada vez más oxidados modelos académicos convencionales, al proponer un formato que no solo plantea pedagogía o investigación, sino que las activa a través de prácticas interdisciplinares situadas en contextos concretos, prototipando alternativas capaces de desafiar los retos ecológicos contemporáneos”.

A lo largo de dos sus ediciones (Año Cero y Año Uno), Organismo ha activado más de diez casos de estudio en colaboración con entidades como el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQVA), el Barcelona Supercomputing Center, la Conferencia sobre el Océano de las Naciones Unidas, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), la Fundación Carasso o Abadía Retuerta.

Cada uno de estos casos ha contado con el acompañamiento de artistas reconocidos a nivel internacional como Laure Prouvost, The Otolith Group, Walid Raad, Mercedes Azpilicueta, Dorothy Michaels o Simón López Trujillo, quienes, desde sus respectivas prácticas, han formulado preguntas y respuestas inéditas que desbordan los marcos disciplinares convencionales.

Como ejemplo del Año Cero de Organismo (2023-24), los artistas Simón López Trujillo y el colectivo Dorothy Michaels han abordado en el Museo de Altamira la necesidad del museo de conectar la experiencia y conocimiento de la cueva con su entorno ecosistémico. Este caso de estudio ha permitido reflexionar sobre las prácticas abusivas de la explotación de su visita y de su conservación. Para responder a esos desafíos, se ha propuesto el diseño de una experiencia sonora a modo de audioguía expandida que acompaña al visitante en un recorrido por fuera del centro de interpretación, para guiarlo por un trayecto que conecta la neocueva (réplica museística) con la entrada de la cueva original, cuyo acceso es restringido. Este recorrido sonoro se inspira en la idea de ecotono (zona de transición entre dos ecosistemas diferentes). A partir de este concepto, la propuesta invita a explorar otras formas de mirar y comprender el lugar, más allá del deseo humano de entrar en él. Presta atención a otros agentes –minerales, vegetales y animales– y ofrece un enfoque que amplía la comprensión del sitio,no solo en su dimensión arqueológica sino también ecosistémica. Esta experiencia invita a prestar atención a lo que sentimos y percibimos al escuchar, reconociendo que nuestra forma de acercarnos a la cueva siempre será limitada y parcial. A partir de ahí, se propone como un espacio para la imaginación poética, que conecta la cueva original con su réplica en el museo (la Neocueva). En este recorrido se ponen de relieve las tensiones que surgen al intentar mantener separadas la cueva auténtica —un entorno arqueológico delicado y cuidadosamente preservado— y su representación accesible al público.

En el ámbito internacional, el programa ha trabajado en el estudio crítico de la Conferencia de los Océanos de la ONU, con una propuesta conceptual guiada por Markus Reymann, co-director de TBA21. El reto ha consistido en proponer una pauta para la interpretación del lenguaje técnico de los documentos oficiales de las Naciones Unidas que permita conectar emocionalmente con sus contenidos. La idea era despertar empatía, generar apego y facilitar la comprensión de lo que realmente significan estos textos. El resultado se ha materializado en una propuesta llamada “Affective Companion” (en español, Compañero Afectivo). Según el contexto en el que se presenta, puede adoptar distintas formas: un documento intervenido que acompaña a las actas oficiales, una performance que da vida a ese contenido, o un taller que busca facilitar el diálogo entre las instituciones y la ciudadanía. Esta propuesta se está adaptando para otros contextos europeos con apoyo de fondos culturales.

Casos de estudio de Organismo Año Uno

En cuanto a los proyectos del Año Uno (2024-25), destaca el caso de estudio de la finca vinícola de Abadía Retuerta, donde el grupo del caso de estudio junto a la artista Laure Prouvost ha trabajado en torno al proyecto de reforestación ecológica de un bosque que protegía históricamente los viñedos. El caso propone “crear un bosque dentro de un bosque”, para invitarnos a preguntarnos si un bosque puede ser artificialmente creado por la intervención humana. La propuesta combina la imaginación con la tradición mística del lugar, la legalidad y el respeto por la naturaleza para lanzar un reto a Abadía Retuerta: donar una parcela de 225 metros cuadrados de su terreno y dejarla completamente intacta, sin intervención humana alguna —ni pensamientos, ni sonidos, ni presencia física. La idea es crear una zona protegida que tenga valor legal por sí misma. Para lograrlo, se plantea la creación de una ONG que dé personalidad jurídica a ese trozo de tierra, permitiéndole incluso tener voz en las decisiones de la empresa y así proteger sus elementos naturales.

El caso de OcéanoFuturismos, acompañado por el arquitecto y director de TBA21–Academy Eduardo Castillo Vinuesa, ha especulado en torno a la imaginación de formas de gobernanza del fondo marino para un futuro de los océanos respetuoso, no extractivista y reparador. A través de combinar investigaciones científicas, cortometrajes y ciencia ficción, se han desarrollado escenarios de gobernanza oceánica futura, que permitan pensar en alternativas posibles y deseables frente a la crisis ambiental y política actual.

El colectivo The Otolith Group ha acompañado al grupo del caso de estudio Piroecologías, facilitado en colaboración con la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y el Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación. Este caso ha partido de investigaciones que muestran cómo las cenizas de grandes incendios forestales pueden fertilizar ecosistemas marinos a miles de kilómetros provocando la proliferación de fitoplancton.

“En el viaje realizado al Priorat aprendimos a leer el suelo quemado como si fuera un archivo”, explicó una de las participantes del caso de estudio. Han desarrollado un prototipo llamado piro-refranero, que juega con la idea de los refranes populares para hablar del fuego. Esta propuesta busca mostrar las dos caras del fuego: por un lado, su rol esencial para mantener el equilibrio de los ecosistemas; por otro, su poder destructivo si no se cuida bien la tierra. A través de estos nuevos refranes, se invita a reflexionar sobre cómo entender y convivir con el fuego de una forma más consciente y ecológica. “Una herramienta viva para nombrar lo que resiste, lo que arde, lo que queda”.

En el propio Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, el caso Museo Entrelazado, con Walid Raad y Sonia Fernández Pan, ha analizado el museo como un ecosistema vivo, más allá de su colección. A través de un sistema digital de código abierto, se ha creado un ecosistema digital de historias entrelazadas, narrativas no lineales, donde los usuarios pueden revisitar el museo encarnando diferentes personajes o agentes del Museo. El objetivo ha sido “repensar otras maneras de estar en el museo, su gobernanza y sus relaciones internas” para imaginar una institución cultural más inclusiva, porosa y conectada con su entorno social.

Finalmente, el caso No-Archivos, desarrollado junto a Open Source Publishing, ha abordado la necesidad de repensar los archivos digitales y las publicaciones experimentales frente a modelos dominantes, a menudo crípticos, sometidos a intereses comerciales o poco accesibles, que dificultan la difusión del conocimiento. Esta propuesta ha explorado herramientas de código abierto y tecnologías libres que permitan compartir saberes de manera más democrática, creativa y colaborativa.

Estas devoluciones no son productos finales, sino procesos vivos que continúan creciendo gracias a las redes de colaboración que Organismo ha activado. Las devoluciones de los casos de estudio de Año Uno quedarán recogidas en la web de TBA21–Academy tba21.org.

Organismo no es un think tank ni un programa académico al uso. Es un organismo vivo: una infraestructura colaborativa que combina investigación aplicada, arte y ecologías críticas, con el objetivo de crear nuevos paradigmas culturales desde la cooperación institucional. Su propuesta de valor reside en desafiar la ortodoxia de los procesos de producción de conocimiento, incorporando lo afectivo, la fantasía, lo simbólico y lo performativo como herramientas válidas y urgentes para pensar y transformar el mundo.

Nueva convocatoria

Tras presentar los resultados de los casos de estudio del Año Uno, el equipo de Organismo ya está trabajando en la preparación de la tercera edición del programa, que vendrá con cambios significativos y cinco nuevos casos de estudio que abordarán retos como el impacto ecosistémico y sociocultural del turismo, la biorremediación de suelos postindustriales o la vulnerabilidad de las democracias frente a la desinformación. Esta nueva edición apuesta por el arte como herramienta crítica frente a la crisis ecológica. A través del trabajo conjunto entre profesionales de la cultura, la ciencia, la arquitectura, la política y el pensamiento crítico, el programa busca activar alianzas y abrir espacios de reflexión sobre futuros posibles, más justos y sostenibles. La convocatoria para poder aplicar como participantes a los casos de estudio de la próxima edición se abrirá el próximo mes de septiembre pero ya se puede pre-registrar en el siguiente enlace:

REGISTRO AQUÍ. Una invitación a artistas, investigadores, activistas, ingenieros, humanistas y otros perfiles interesados a sumarse a este ecosistema colaborativo y en constante evolución.

 

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