Mitsuo Miura en DA2 Domus Artium 2002

Salamanca, España. Del 16 de marzo de 2023 al 17 de septiembre de 2023
Casi 1000 m² para dos paisajes
Mitsuo Miura
Salas 2, 3 y sala central
DA2 Domus Artium 2002
Avenida de la Aldehuela s/n, 37003
Tel: +34 923 184 916
da2@ciudaddecultura.org
https://domusartium2002.com

 

 

Casi 1000 m2
para dos paisajes
Mitsuo Miura

Comisariada por Tania Pardo.

Recorrer el trabajo de Mitsuo Miura (Iwate, Japón, 1946) a lo largo de más de cincuenta años de trayectoria supone pasear lentamente por una vida artística vinculada a lugares geográficos concretos: Japón, Cuenca —donde se introduce en los círculos artísticos surgidos en torno al Museo de Arte Abstracto y comparte intereses por el arte conceptual con Nacho Criado—, Bustarviejo —localidad en la que afianza su trabajo de inserción en la naturaleza y el uso de materiales pobres—, la playa de los Genoveses en Almería —donde, despojado de toda figuración, se centra en la abstracción y la reducción de formas y colores— y, por último, Madrid, donde fija su mirada en los estímulos de la ciudad.

Resueltas con extrema sencillez formal, las obras de Miura evidencian su absoluto rechazo del artificio y la maestría en el uso indistinto de diferentes técnicas y materiales: fotografía, escultura, pintura, dibujo, grabado e instalación.

En el Museo CA2M, Centro de Arte Dos de Mayo se presentó el proyecto Casi 400 m² para dos paisajes, concebido específicamente para este espacio, que rememora en su título la obra 4 metros de bienestar (1989), en alusión a la lona que utilizaba el artista junto a su familia para descansar cada verano en la playa de los Genoveses, y que ahora se refiere a la superficie de las salas donde se desarrolló la muestra. Ahora, en la muestra que presenta Mitsuo Miura en el DA2 de Salamanca, el artista parte de una concepción espacial e instalativa para readaptar los 400 metros a los más del doble ofrecidos por la institución salmantina, donde Miura vuelve a demostrar el excelente manejo espacial a través de nuevas adaptaciones de obra y producciones tanto anteriores como de nueva producción.

Casi 1000 m2 para dos paisajes

El DA2 de Salamanca presenta la exposición Casi 1000 m2 para dos paisajes de Mitsuo Miura, figura de referencia en el panorama del arte y que, tras haberse realizado primero en el Museo Centro de Arte Dos de Mayo de la Comunidad de Madrid, se adapta a esta arquitectura y se amplía con nuevas instalaciones y obras. Nacido en Japón pero afincado en nuestro país desde los años sesenta, la trayectoria de Miura está emparentada con los principales movimientos artísticos y focos de vanguardia españoles del último medio siglo.

Su trabajo, que experimentó cierta evolución desde su llegada a Barcelona a finales de los sesenta, podría vincularse a los diferentes lugares en los que ha vivido: Japón, país de origen; Cuenca, ciudad en la que se relacionó con los artistas del entorno de Fernando Zóbel y el Museo de Arte Abstracto; Bustarviejo, localidad en la que experimentó con los trabajos de vertiente más vinculada al land art y el povera; la playa de los Genoveses en Almería, donde el artista desarrolló una labor de investigación sobre el paisaje y, por último Madrid, ciudad a la que el artista está plenamente vinculado.

Es precisamente en la capital donde Miura, junto a Arturo Rodríguez, dirigió la Galería & Ediciones Ginkgo desde 1989. Este espacio, centrado al inicio en obra gráfica, fue un lugar destacado para el grabado y permaneció abierto hasta 1998, por el pasaron grandes artistas que establecieron un enriquecedor diálogo entre los más jóvenes y consagrados de la escena nacional. Esto ha permitido a Mitsuo Miura estar en contacto con diferentes generaciones y círculos artísticos y que sea considerado un referente indiscutible para muchos creadores.

La exposición Casi 1000 m2 para dos paisajes alude en su título a la suma de la superficie de las salas donde se desarrolla este proyecto, concebido y adaptado al espacio del DA2 de Salamanca. Un proyecto que se articula en torno a distintas propuestas que parten de la pintura y muestran las principales características del trabajo de Mitsuo Miura: formas geométricas reconvertidas en poderosas instalaciones de colores de una gran vitalidad, donde el espacio expositivo se convierte en un lugar contemplativo y de tránsito para el espectador.

Cuenta Mitsuo Muira que cuando tenía 16 años vio por primera vez algunos cuadros del Museo del Prado en una exposición que se celebró en Tokio y que aquel fue mágico ya que sólo conocía aquella pintura a través de pequeñas imágenes de libros especializados en arte. Este hecho, unido a la relación comercial de su familia materna con España, le animó y despertó su deseo e interés por conocer este país. Finalmente, en 1966 el artista llegaría en barco al Puerto de Barcelona, ciudad en la que permaneció unos meses antes de trasladarse a Madrid. Mitsuo Miura encontró un país algo más triste, en cuanto a actividad artística se refiere, que la que existía en Tokio, ciudad en la que él había estudiado. En aquel momento lo que más le llamó la atención fueron los artistas que formaban el Grupo El Paso. Aunque en aquel tiempo, con apenas diecinueve años, su prioridad era aprender a vivir en un país completamente diferente al suyo, pronto se introduciría en la escena del arte, convirtiendo España en su residencia de por vida.

Tania Pardo: Desde los trabajos que hacen referencia a lo hológrafo, como Ejercicios caligráficos, hasta ahora, ¿cómo ha evolucionado tu obra?

Mitsuo Miura: La caligrafía era un hábito desde mi infancia y me pareció un buen punto de partida en mis trabajos personales. Después, como práctica de la vida y según el entorno, se me ofrecían otras formas de narrar mis experiencias, de ahí los trabajos del campo de Bustarviejo, los de la Playa de los Genoveses, las grandes ciudades y los viajes; por último, estoy trabajando sobre un recorrido de mis experiencias con una visión actual.

 

Oriente y Occidente

T.P: Muchas veces has mencionado la diferencia entre Oriente y Occidente, por ejemplo en la pintura respecto al agua en la acuarela y el aceite en el óleo, ¿cuál es la diferencia más evidente en tu trabajo entre ambos continentes?

M.M: Principalmente la cuestión cultural. Después de vivir aquí durante tantos años, sigo, en parte, cercano a la estética japonesa; la pintura al agua me gusta por la ligereza de la textura y el color, aunque a veces haya usado el óleo.

T.P: Es muy interesante pensar en tu trabajo como una construcción espacial para la contemplación que, por otro lado, es algo muy oriental, ¿cómo abordas el espacio y lo contemplativo en tu obra?

M.M: Siempre un espacio nuevo me ha ofrecido la oportunidad de aplicar o transformar mi trabajo de taller en otra dimensión, es decir, en vez de pintar sobre lienzo, construir la misma idea sobre el espacio adaptándome a las condiciones del mismo. ´

El paisaje y la pintura

T.P: En tu obra aludes al paisaje y a su vinculación con tu propio entorno, de hecho tus producciones se han basado en experiencias vitales con paisajes como el de Japón, Cuenca, Bustarviejo, Playa de los Genoveses, Madrid… ¿Cómo entiendes el paisaje en relación a tu obra?

M.M: No es una representación mimética del paisaje en sí, sino la reacción y el sentir que produce en mí el entorno y la observación del mismo. Como espacio de trabajo me propone diversas posibilidades de diálogo con el entorno.

T.P: Hay algo especialmente fascinante en tu obra y es que más que del propio paisaje, nos hablas de la experiencia del paisaje, sobre todo se evidencia en muchos trabajos que realizaste en la Playa de los Genoveses, ¿podrías hablarnos con detalle de esto?

M.M: Vivir en una playa casi solitaria en tienda de campaña, en tiempo de vacaciones y atrapado en ese entorno, me producía un bienestar total y surgía otra forma de entender la naturaleza mirando los colores que contiene la arena, las gotas de humedad en el cuerpo, las sombras que produce el movimiento de la superficie de agua en el fondo del mar, o cómo cambia en poco tiempo la sombra de la montaña con el amanecer y el atardecer, etc. Galería & Ediciones Ginkgo

T.P: Has sido un artista referente para otros artistas, sobre todo gracias a experiencias como la de la Galería Ginkgo que dirigiste en Madrid junto a Arturo Rodríguez desde 1989 hasta 1998, ¿cómo surgió todo aquello?

M.M: Fue una propuesta de Arturo, que en aquel momento venía a pintar a nuestro estudio, para editar obra gráfica y decidimos realizar la primera muestra en 1989 en un espacio de la calle Doctor Fourquet que poco después se convirtió en la Galería Ginkgo.

Casi 1000 m2 para dos paisajes

T.P: ¿Qué vamos a encontrarnos en Casi 1000 m2 para dos paisajes? En esta exposición que ocupa casi mil metros cuadrados, se encontrarán los últimos veinticinco años de mi trabajo en cuatro series: Esta ciudad no es lo suficientemente grande para los dos, Show Window, Memorias Imaginadas y Mis Archivos.

Tania Pardo, comisaria de la exposición.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

+ info https://domusartium2002.com

con el apoyo de
aecid
En tu mail! Ingresa tu dirección de e-mail para recibir novedades, convocatorias y lo más destacado de hipermedula.org
×